Una de las grandes figuras que dejaron huella en los enfrentamientos del Clásico Joven entre Cruz Azul y América es sin duda Christian Benítez. El delantero ecuatoriano fue un jugador que marcó época en el ataque de las Águilas y el conjunto cementero fue una de sus víctimas favoritas y nunca se libró de la contundencia del ‘Chucho’.
Christian Benítez en el América fue una pesadilla para Cruz Azul en el Clásico Joven
El extraordinario delantero ecuatoriano fue una amenaza siempre que jugó con el América frente a La Máquina donde se despachó con varios golazos.
Benítez jugó dos años con el América luego de romperla en la Liga MX con el Santos Laguna. El ‘Chucho’ llegó al Nido como flamante refuerzo para el torneo Apertura 2011 y en muy poco tiempo se ganó a la afición americanista a punta de golazos.
El ariete ecuatoriano se dejó sentir en el Clásico Joven al estrenarse con el cuadro azulcrema en el empate 2-2 contra La Máquina de la Jornada 17 del Clausura 2012. En ese primer enfrentamiento contra Cruz Azul, Benítez anotó un doblete espectacular donde mostró su talento ante Jesús Corona con dos tantos que le ayudaron para ganar su segundo título de goleo en la Liga MX al llegar a 14 dianas aquel semestre.
Christian Benítez, el letal goleador del América ante Cruz Azul
Chucho Benítez siempre fue contundente cuando enfrentó al Cruz Azul. Desde que era jugador de Santos solía hacerle daño a la cabaña celeste, pero explotó al ser parte del Club América con quienes le anotó 6 goles a La Máquina en seis partidos. Una brutalidad. Su mejor actuación fue un 3 de marzo de 2013, en el América-Cruz Azul de la Fecha 9 donde anotó un hat-trick espectacular con dos goles de cabeza, para darle la victoria 3-0 a las Águilas. El mismo torneo en el que se coronó campeón como americanista, precisamente derrotando a Cruz Azul en la épica Final que se definió en penales.
Christian Benítez era un delantero muy potente que vencía a sus rivales con base en su fuerza, velocidad y gran técnica para definir casi de cualquier forma cuando tenía un balón a modo. En campo abierto era muy peligroso por su agilidad para decidir y su olfato goleador dentro del área. El goleador ecuatoriano se ganó muy rápido el cariño de México y los aficionados de la Liga MX lo vieron conquistar cuatro campeonatos de goleo, tres de manera consecutiva antes de despedirse del futbol mexicano tras ser campeón como jugador de las Águilas del América.