Indicador Futbolero | Un problema de fondo, sin una solución profunda

El primer paso para entender lo que sucede con la Selección Nacional de México es quizá plantarse en una dura pero cruel realidad que se viene arrastrando desde hace varios años, la cual se echó durante todo este tiempo por debajo del tapete porque se conformaban con lograr la calificación a las Copas del Mundo.

Las pasadas y la actual administración de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) se han enfocado en generar millonarios ingresos que es importante para sostener la industria, pero el punto débil de todas ha sido el enfoque exacto para la formación y producción de jugadores de una mayor calidad.

Varios exdirectivos que en su momento tuvieron en sus manos la posibilidad de desarrollar proyectos para mejorar la estructura del futbol mexicano desde sus raíces, detectaron que uno de los puntos débiles es la formación de jugadores, bajo un sistema que no les permite generar talento al nivel que demanda la industria.

Se considera que es y debería ser importante que desde las estructuras de la misma Liga MX se haga una recapitulación de lo bueno, malo y regular que se ha hecho en este rubro, con mesas de debate para alcanzar un análisis profundo y certero del camino que se debe seguir para generar ese cambio que se espera desde hace varios años.

Se cree que con un trabajo basado en una correcta metodología se podrían maximizar las posibilidades de éxito, y así poder potenciar al talento que surja de las fuerzas básicas de los 18 clubes de la Primera División, para darles herramientas deportivas y humanas para en un futuro pensar en exportarlos a otras ligas del mundo.

La realidad es que todos estos temas sí terminan afectando en lo deportivo, el crecimiento y desarrollo de las Selecciones Nacionales. Se volvió a sumar un nuevo fracaso y una vez más se encienden con más intensidad las luces de alerta, esas que llevan muchos años dando señales de que el futbol mexicano va en un claro y contundente retroceso.