Torreón, MÉXICO.- Tanto empate en el torneo y Santos por fin aprendió algo: a ganar de último minuto. Cuando parecía que lo volvía a hacer, que lograba su igualada 10 del torneo, un zapatazo de Diego de Buen le dio la victoria sobre un América extraviado en el juego y predecible sobre la cancha que únicamente se llevó lo que merecía de Torreón.
Como Buen Guerrero, Santos venció sobre el tiempo 2-1 al América
Con un gol de Diego de Buen en el tiempo de reposición, los de La Comarca se impusieron a las Águilas en el juego que cerró la fecha 15 del Clausura 2017.
Porque el local fue mejor a lo largo de los 90 minutos. Pero tardó una eternidad en reflejarla y las Águilas, con bien poco, casi le sacan la igualada.
Y es que Santos erosionó desde el principio una muy endeble defensa de las Águilas que dio facilidades, pero los huecos los fueron ganando los de José Manuel de la Torre a cada minuto y a cada llegada.
Djaniny, Jonathan Rodríguez, Julio Furch, Osvaldo Martínez y compañía generaron, y terminaron seis o siete jugadas en los primeros minutos, pero ninguno de los tiros salió rumbo al arco.
La insistencia generó jugadas dudosas como la de Osmar Mares que atropelló a Jonathan Rodríguez en su área, pero el árbitro dijo no al penal.
Con los minutos, lo endeble del medio campo americanista se hizo más evidente y los espacios también.
A tal grado que al final del primer tiempo, Santos tuvo tres claras chances de anotar. Dos las atajó de buena manera Agustín Marchesín (un tiro de Furch y uno más de Rodríguez) y la otra una barrida providencial de Edson Álvarez le robó un gol a Jorge Sánchez.
Lo más que hicieron las Águilas, en ese lapso, fue un tiro de Paul Aguilar -que Jonathan Orozco atajó de buena manera- y un tremendo berrinche de Michael Arroyo que pedía un penal.
Las lagunas en el mediocampo, las trató de revertir La Volpe con el ingreso del Daniel Guerrero y la salida de Diego Lainez.
Algo ganó América de espacio y de posesión de la pelota, pero incluso así no de profundidad y siguió sin oportunidades de anotar.
Mientras tanto Djaniny tuvo una inmejorable frente a Marchesín que erró por su intento de reventar en lugar de únicamente tocar el balón.
Pero aquello duró bien poco, William y Michael Arroyo, ya con Daniel Guerrero a su lado, nunca lograron hacerse del mediocampo.
Sandoval, Osvaldito, Ulises Rivas les ganaron siempre la posesión y posición. Sin nada que decir al frente, las Águilas debieron acudir a la exactitud de las marcas de Bruno Valdez y Edson Álvarez en su defensa.
El partido se volvió denso por momentos -cuando América llegó a controlar el esférico cosa que no pasó mucho- y la sensación de peligro fue permanente siempre que le ofendían.
El tiempo y el fútbol estuvieron a favor de Santos que bien entrado el partido por fin logró abrir el marcador. Jonathan Rodríguez pescó el balón en el área y venció a Marchesín a los 83’.
Pero la virtud de las Águilas fue que nunca le perdieron la distancia al partido y Oribe Peralta, con un enorme cabezazo, puso el 1-1 a los 88’.
Los fantasmas de nueve empates en el torneo, rondaron el Estadio Corona pero la lección la tenía ya bien aprendida Santos y sobre el tiempo, Diego de Buen hizo el tanto de la diferencia. Un gol de confianza y autoridad para su causa.