La jornada 9 de la Liga MX tuvo un protagonista inesperado en el Estadio Universitario. El central de Pachuca, Stiven Barreiro, sería el arma más letal de Tigres, luego de que el colombiano marcara dos veces en propia puerta para darle una ventaja importante al conjunto de Ferretti.
Con delantero "infiltrado", Tigres extiende racha invicta y se apodera del liderato
Sexta victoria consecutiva para el cuadro del 'Tuca' Ferretti, que contó con la doble pifia de Stiven Barreiro para adelantarse en el marcador y sentenciar el partido desde temprano.
Pero no hay que confundirnos. La "ayuda" de Barreiro nunca fue requerida por Tigres, que dominó los primeros 45 minutos a base de un juego ordenado. De hecho, André-Pierre Gignac ya había avisado al minuto 8 con un potente cabezazo.
A pesar del pésimo partido de los Tuzos, Franco Jara se quedó muy cerca de marcar primer tanto de la noche, de no haber sido por el tremendo achique de Nahuel Guzmán al 10'.
Sería la última oportunidad que los visitantes tendrían frente al arco felino, ya que la "fiesta" de Barreiro estaba a punto de comenzar.
Minuto 24. Enner Valencia alzó la frente y mandó un servicio filtrado al área. En el centro del área aguardaba Barreiro, quien al intentar despejar el balón, que ya lo superaba, terminó golpeando el es´férico hacia su propia portería. Alfonso Blanco pudo hacer poco ante la rapidez de la jugada.
No conforme con la pifia, la mala suerte de Barreiro quiso entregarle los reflectores al colombiano una vez más con otra jugada similar al 1-0. Esta vez quien "asistió" a Stiven fue Julián Quiñones al intentar rematar tras un centro al área.
Podría decirse que para el final del primer tiempo, Pachuca jugaba con 10 y Tigres con un delantero más.
Para concretar la desgracia, Guido Pizarro marcaría el 3-0 a nada del descanso, gracias a la displicencia de la zaga tuza.
Los locales salían a la segunda parte haciendo justicia a sus últimos cinco partidos ganados, mientras que Pachuca parecía más un equipo sotanero que uno con tres victorias y dos empates.
Al 71', Quiñones tuvo en sus botínes el cuarto gol de la noche, pero se notó ansioso en su remate que terminó por encima del travesaño.
Para Tigres, el encuentro de la jornada 9 ya era una cascarita que concretaría su sexta victoria al hilo en liga. Pachuca sufrió su primer descalabro en cinco partidos, pero su situación como visitante debería preocupar a Martín Palermo.