Con un feroz Gignac, Tigres regresó de un 0-2 en contra para dejar abierta la gran final

Vibrante y emocionante final. De ida, de vuelta, de emociones, de Pulido y de Gignac. Tigres vino de atrás y rescató un valiente empate luego de ir perdiendo en el marcador por 2-0.

El primer tiempo fue de Chivas con un estelar Alan Pulido; el segundo fue de Tigres con un brillante André-Pierre Gignac que demostró por qué es el delantero más letal de los felinos y la gran arma de estos Tigres dorados.

Chivas ya saboreaba el título gracias a los goles de Pulido y de Rodolfo Pizarro. Pero en menos de cinco minutos, los Tigres aprovecharon un par de desatenciones defensivas para dejar muy abierta la gran final del próximo domingo, la definitiva.

Duelo táctico con unas Chivas que le quitaron la pelota a Tigres en el primer lapso, lo que más le duele al cuadro de Ferretti. Sin embargo, el Tuca dio una cátedra en el segundo lapso con un par de cambios que equilibraron la balanza.

El color en el Estadio Universitario fue digno de una final. La mejor afición de México colmó el Volcán y le puso la vibra suficiente que esta final ameritaba.

Fue Alan Pulido el primero que pegó. El delantero mexicano desequilibró la balanza muy pronto a favor de Chivas; lo hizo con un gol ante su ex, celebrándoselo y bailándole, explotando un grito que seguramente tenía muy guardado por la telenovela que vivió tras su abrupta salida del equipo felino.

Los de Almeyda eran un torbellino, una muralla mental que nunca se vieron sorprendidos por el calor que la afición de Tigres le inyectaba a los suyos.

Ismael Sosa respondió para Tigres, pero Rodolfo Cota estuvo atento para negarle el gol al argentino.

Antes de culminar el primer tiempo llegó el segundo de Chivas luego de una gran jugada de Alan Pulido que se combinó con una pifia, la segunda del partido, por parte de Nahuel Guzmán. Tras un rebote del argentino, Rodolfo Pizarro llegó para marcar el 2-0.

Ya en el segundo lapso, Tigres tuvo un impresionante cambio futbolístico y de actitud, mismo detalle pero al revés de las Chivas.

El complemento no empezó de gran forma para los felinos por la lesión de Hugo Ayala quien tuvo que abandonar el encuentro por una lesión en el tobillo.

Tigres avisó primero con una gran jugada de Jesús Dueñas quien estrelló en el poste un disparo que amenazaba con colarse en el arco de Cota.

Fue el aviso de lo que venía. Ferretti metió a Damm y a Damián Álvarez, cambios clave para los felinos.

Así, Gignac arañò primero con el gol que daba ilusión para que Tigres tuviera la remonatada.

Inmediatamente después, casi mientras Chivas se instalaba de nuevo en el campo, un pelotazo largo tomó mal parado a la zaga rojiblanca para que Gignac sellara el 2-2 con un golazo.

Al final, emocionante y gran empate. Partidazo que deja abierta la gran final del próximo domingo donde nuevamente el poder táctico y la ferocidad de dos extraordinarios delanteros como Pulido y Gignac se volverán a encontrar.