Guadalajara.- Apenas uno llega a Guadalajara y uno se da cuenta de que en esta tierra se venera al fútbol; el Oro, Atlas, Leones Negros y hasta las mismas Chivas hicieron de Jalisco un estado protagonista en el balompié azteca.
Crónica rumbo al Clásico Nacional: Guadalajara respira fútbol previo a medirse al América
En la tierra de las Chivas no se habla de otra cosa que no sea del Clásico Nacional ante el América.
Por doquier el tema tiene que ver con el Clásico Nacional. El taxista que nos traslada al hotel, de nombre José Alfredo, como el afamado compositor mexicano, no oculta que su corazón se encuentra con Chivas.
“Hay que ver que sucede, a ver si se puede porque el América anda bien y Chivas necesita ganar, lo malo es que acá en Guadalajara hay mucho americanista, aunque no parezca”, asegura nuestro conductor, José Alfredo.
El hambre invade tras varias horas sin comer y la recomendación nos conduce a un restaurante con la comida típica, tortas ahogadas. En el restaurante se fusionan imágenes de la cultura mexicana con el fútbol, una fotografía de Pedro Infante al lado de Jorge Negrete es adornada casi como un altar. En la otra pared una gran imagen del Estadio Jalisco en 1950, el año en el que Atlas brillaba como gran protagonista y en el que Chivas estaba por convertirse en el ‘Campeonísimo’.
El mariachi aparece y de inmediato el grito de batalla del vocalista: “Arriba las Chivas”. Se escuchan éxitos de Vicente Fernández, José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel; pero entre las canciones la invitación es constante para que este sábado asistan para ver el Clásico Nacional. Los comensales están divididos, cuando se dice algo en favor del América… hay rechifla, lo mismo sucede cuando se escucha apoyo para el rebaño.
El fútbol permea a la sociedad tapatía; en Guadalajara hoy no se habla de nada más que no sea el Clásico Nacional. Tierra de charros, de mariachis, de tequila, de varones; de mexicanos que aman a la pelota como se ama a un ser querido y cuya pasión transpiran sin cesar.
Guadalajara es la segunda ciudad más poblada del territorio mexicano, pero es más que eso; es la cuna del equipo representativo del país, el que juega solo con mexicanos y el que le da contrapeso al popular América, su buen fútbol y su basta afición. Igualados en títulos y hasta en seguidores, esta noche separan y unen a los mexicanos al mismo tiempo. En la cancha esperamos que los dos equipos se brinden con la misma pasión que los fanáticos portan los colores rojiblancos y amarillos.