Apenas es la segunda jornada y la realidad de dos de los grandes se perfila como totalmente opuesta.
Cruz Azul apunta al cielo tras vencer a unas Chivas sumidas en una crisis total
Un saolitario gol de Martín Cauteruccio fue suficiente par aque la Máquina lograra su segundo triunfo en el Apertura 2018
















Cruz Azul derrotó 1-0 a las Chivas a domicilio, la Máquina ha iniciado con dos victorias, cuatro goles a favor y ninguno en contra, corroborándose como uno de los favoritos al título, mientras que el Rebaño suma su segundo descalabro, su crisis es institucional, deportiva y hasta de identidad con sus aficionados. Ambas escuadras hicieron valer los pronósticos que se ceñían sobre ellas.
El inicio del juego estuvo más cercano a ser un encuentro de waterpolo que de futbol. El torrencial aguacero anegó la cancha y cortó los circuitos de ambas escuadras, más acostumbradas al buen manejo del esférico que a la dura batalla. Y en ese rubro se dio una auténtica muestra de lucha libre entre Milton Caraglio y los centrales rojiblancos, por ello el juego se tornó físico, ríspido y de muchos balonazos para evitar que el balón se estancara en los charcos.
De ahí que las oportunidades en la primera parte fueran a cuentagotas. Sólo una mala salida de Raúl Gudiño en un remate de cabeza de Méndez estuvo cerca de adelantar a la Máquina, mientras que del otro lado, al 20’, Isaac Brizuela falló de manera increíble una clara oportunidad por aire ante el marco a centro de Alan Pulido.
Lo demás fueron resbalones, barridas espectaculares, charcos por doquier, imprecisiones, en fin, la lluvia era la gran protagonista de un cotejo que no lograba conectar. Y entonces Milton Caraglio fue relevado y su lugar fue ocupado por Martín Cauteruccio apenas al iniciar el segundo tiempo. Ahí como que Hedgardo Marín y Jair Pereira se relajaron, no creyeron que el ariete se metiera tan rápido al juego.
El argentino tomó el balón apenas pasada la media cancha, hizo una conducción temeraria hasta los linderos del área, considerando el estado de la cancha, y, sin que ningún rival le saliera al paso (Marín se resbaló) ‘Caute’ cruzó su disparo, raso y abajo, justo donde duele para que Gudiño quedará como un espectador más al 46’.
La lluvia cesó y se pudo ver un mejor espectáculo. La necesidad de goles hizo que Cardozo ingresara a Ángel Sepúlveda, Jesús Godínez y Gael Sandoval, fueron los mejores minutos del Rebaño Sagrado, incisivo, con variantes, pero con escasa claridad en la última jugada.
La Máquina apeló al contragolpe y estuvo cerca de incrementar el marcador a través de un disparo de Elías Hernández que hizo cimbrar el poste al 79’. Victoria celeste que apunta alto y derrota rojiblanca que sigue maltratando a su estirpe.





























