Lo que pintaba para terminar en un fiasco, acabó en una victoria esperada, anhelada y merecida, pero sobre cualquier cosa, ilusionante, muy ilusionante. Cruz Azul es así, no tiene medias tintas.
Cruz Azul gana, gusta y golea al Puebla gracias a sus nuevos refuerzos... y al árbitro
Con anotaciones de Andrés Rentería, Milton Caraglio y Elías Hernández, sumado una polémica actuación arbitral, los celestes sumaron sus primeros tres puntos.
Volvió la Máquina. Está de regreso. Con nuevas caras y con un nuevo fútbol, en el estadio donde se construyó su grandeza, con polémica, con golazos y con una victoria que refresca a una afición que puede y debe soñar.
Cruz Azul aplastó 3-0 al Puebla con goles de tres de sus nuevos refuerzos: Andrés Rentería, Milton Caraglio y Elías Hernández.
Todo llegó en los últimos ocho minutos de partido. Antes, Cruz Azul desesperaba con poco fútbol, contadas llegadas y el talento de Nicolás Vikonis, una muralla poblana.
Llegó el esperado debut de la nueva Máquina de Cruz Azul en su anhelado regreso al Estadio Azteca. Pasaron 90 minutos y los celestes sacaron una victoria con mucha polémica.
Un remate con el hombro, con mucha fortuna y mucha polémica por parte de Andrés Renteria encaminó el triunfo celeste; después, un penal inexistente sobre Martín Cauteruccio le dio a Cruz Azul la posibilidad de llegar al 2-0 luego de un cobro perfecto de Milton Caraglio. Pero el 3-0 se robó todo: un golazo creado por Elías Hernández selló el marcador final.
En Cruz Azul hay fe y hay ilusión. Sueños por ver a una Máquina que regrese a los primeros planos, que vuelva a la liguilla y retome los títulos que se perdieron hace 20 años. Se esperan triunfos, buen fútbol y goles. Hoy, al fin llegó.
A Cruz Azul le respondieron sus refuerzos. La millonaria inversión se refrendó con una Máquina que debe mejorar mucho pues el marcador hoy puede parecer un poco exagerado.
Del Puebla, poco y prácticamente nada. Contado fútbol y nulas llegadas se tradujeron en una tarde de vacaciones para José de Jesús Corona. Hoy la Franja llegó al Azteca pero no pesó en lo absoluto.
Hoy la afición cementera demostró que está y que estará junto a su equipo. No llenó el Estadio Azteca, pero sí estuvo cerca de hacerlo. Al menos, unos 70 mil aficionados ocuparon las gradas del Coloso donde Cruz Azul ganó siete de los ocho campeonatos que tiene en su historia.
La única mancha del partido la dio el árbitro al no sancionar una falta clara en el gol de Andrés Rentería y pitar un penal inexistente que derivó en el 2-0. Con mucha razón, la Franja y todo su plantel encararon al silbante por sus errores.
Al final, la victoria se la llevó quien más la buscó. Cruz Azul, así como dice su hashtag, está de vuelta. La Liga MX requiere a una Máquina fuerte y hoy, al menos, nadie le puede quitar la ilusión a los hinchas.
En el Azteca, Cruz Azul promete e ilusiona. Como antes, y para beneplácito de sus hinchas, ojalá sea la definitiva.