Que si este es el año bueno de Cruz Azul, que si en este vuelven a ser campeones, que si en este se olvida la palabra cruzazulear, que si Caixinha, que si Montoya. En Cruz Azul, torneo tras torneo hay mil supuestos. Pero en verdad, quizá, este puede ser el año de Cruz Azul.
Cruz Azul y su eterna lucha por volver
La Máquina se prepara para llegar al 100% al Clausura 2018 con la eterna consigna de ganar el campeonato.
La historia, tormentosa, normalmente comienza de la misma forma: Cruz Azul ilusiona con un gran plantel e inicia poderosamente el torneo hasta la fecha 5; después, de la 6 a la 13 el equipo cae dramáticamente, y ya, en el cierre del torneo, a veces da para entrar de milagro a la liguilla y en otras, simplemente el fracaso se consuma.
Hablemos de esta Máquina, la de Caixinha. Paco Jémez sentó importantes bases de cara al futuro; con mucho dolor y críticas, podemos decir que Cruz Azul regresó, no solo a liguilla, sino a amalgamar una ilusión que combinada con fútbol integró a su afición con el equipo.
Hoy, con Caixinha, se espera que el trabajo de Jémez se retome, pero además se mejore y al final se consolide. El portugués es un técnico muy disciplinado, estratégico, mucho más equilibrado tácticamente que Jémez, es decir, privilegia el orden más allá de buscar ser un equipo contundente. Pero quizá su mayor fortaleza, es que es un entrenador psicológico, que sabe trabajar la parte mental de los jugadores. Y eso en Cruz Azul, es más que necesario.
Sobre la plantilla, la directiva de Cruz Azul en verdad se puso las pilas. Quizá más que nunca. El equipo no se debilitó, al contrario, se fortaleció en áreas sumamente necesarias como la lateral derecha, el medio campo con un jugador creativo como Montoya, un box to box como Peña y un punch extra con la llegada de Carlos Fierro.
Sí, en efecto, se fue un ídolo como Christian Giménez, el cual, tenía bastante tiempo viviendo de lo que fue y siendo más aporte desde el vestidor que desde la cancha.
Nadie sabe si este será el año de Cruz Azul. En un inicio, su plantilla no le envidia a ninguna, tampoco los jugadores le quedan grandes al técnico (algo que sí pasaba antes) y finalmente, las contrataciones, que llegan en tiempo y forma, mejoran lo que había antes en su plantilla.