El Toluca contra Pachuca prometía, con goles tempraneros que ilusionaron para ver un partido atractivo, pero la expulsión de William da Silva parecía arruinarlo todo, los Diablos se dedicaron a especular, mientras que los Tuzos mostraron su ineficacia ofensiva. Al juego no le pasaba nada cuando Luis Quiñones se mandó el gol de la jornada, un obús en forma de arcoíris que se incrustó en el ángulo. Anotación de otro partido, de otra Liga, para darle la victoria de 2-1 a los escarlatas sobre las cenizas del cotejo.
¡De antología! Con un golazo y un hombre menos el Toluca derrota al Pachuca
Luis Quiñones consiguió el gol de la jornada con un zapatazo espectacular que mitigó la expulsión de William da Silva.
Los mexiquenses iniciaron con todo hacia el frente, Alexis Vega se internó al área y metió un potente disparo que el ‘Conejo’ Pérez dejó con vida con un rechace al frente, por lo que Pedro Alexis Canelo entró sin marca para sólo empujar el esférico al minuto 4.
Sin embargo, el gusto les duró poco a los locales, ya que apenas al 9’ Leonardo Ulloa se levantó en el área escarlata, le ganó por arriba a Santiago García y empató el marcador con un cabezazo picado, que iba muy pegado a la base del poste derecho.
Sin embargo, la polémica se desató en el juego, luego de un fuerte encontronazo entre William da Silva y Jorge Hernández al 36’. El silbante, Diego Montaño, llevaba la tarjeta roja en la mano para expulsar al ‘Burrito’, pero a través del auricular le avisaron que la decisión era errónea, que en realidad el brasileño era quien había entrado con los tachones por delante, así que terminó siendo este último el que dejó a su equipo en inferioridad numérica.
Para la parte complementaria los Diablos renunciaron al ataque directo, se dedicaron a especular, a intentar sorprender al contragolpe, mientras que los Tuzos intentaron ofender con las inclusiones al terreno de juego de Christian Giménez, Víctor Guzmán y Franco Jara. Pero no lograron inquietar, parecía que todo terminaría igualado cuando llegó un gol de otra Liga.
Luis Quiñones tomó el balón en los linderos del área chica por derecha, hizo el amague de que le cedería el esférico ante la pasada de un compañero, conservó el balón y metió un obús cruzado que se fue a incrustar al ángulo superior, lo que hizo inútil la estirada de Óscar Pérez al 84’. Cerrojazo de oro sobre el final del juego.