Dos auténticos chispazos bastaron para que Necaxa le pusiera rumbo a la serie ante Querétaro. Los Rayos le pegaron 3-0 a Gallos en un resultado que está lejos de ser definitivo, pero que deja muy mal parados a los queretanos por no haber anotado de visita.
¡Descarga de Semis! Necaxa tomó importante ventaja ante Gallos
El cuadro rojiblanco no recibió gol de visitante y ahora el obligado es el cuadro queretano.
Y es que cuando el 1-0 parecía firmado por ambos equipos, llegó un auténtico golazo de Luis Felipe Gallegos que puso al Necaxa con un pie en la siguiente ronda.
El chileno le metió toda la zurda para colgar el balón del ángulo y sentenciar el partido al minuto 82 ante la pobre reacción de los visitantes.
Fue un partido muy trabado en mediocampo y con pocas opciones al frente durante los primeros 45 minutos, aunque en el segundo tiempo todo cambió.
Por momentos, Querétaro fue el que propuso el partido y buscó el área rival donde incluso Hugo González tuvo que emplearse a fondo, aunque también los emplumados exageraron al grado de que Del Valle simuló una falta en el área rival.
Mauro Quiroga también tuvo alguna opción pero sin mucha claridad.
Fue hasta el segundo tiempo cuando el partido se abrió, aunque más por una serie de rebotes que por una verdadera construcción de jugadas.
Pasado el minuto 15, ‘Chicote’ Calderón definió de gran forma después de que la pelota se paseó en el área visitante y la puso en el ángulo para darle la ventaja a los Rayos.
Las malas noticias no se detuvieron para Gallos que vio irse lesionado a Jair Pereira y tampoco encontraba la claridad suficiente para buscar el arco rival y fue entonces cuando vino la sentencia.
Primero el tanto de Gallegos y cuando Querétaro estaba al borde del nocaut, Eduardo Herrera sentenció todo con mucha suerte y un rebote que solo tuvo que empujar para el tercero final.
Ahora, Querétaro deberá ganar la vuelta por tres goles, aunque en caso de recibir un tanto, estaría obligado a ganar por cuatro tantos debido al hipotético gol de visitante de los Rayos, en un partido de vuelta que desde ya se vislumbra trepidante.