Ya se sabe que desde hace algún tiempo (desde los días de José Saturnino Cardozo, Fabián Estay, Hernán Cristante, Cuauhtémoc Blanco), América y Toluca suelen dar grandes partidos cuando se ven las caras. De ir y venir, de hachas contra machetes, de goles y patadas. Y en el Azteca este sábado no fue la excepción.
¡Diablos! Se acabó el invicto del América
Los del Estado de México vencieron a las Águilas en el Estadio Azteca con goles de Rubens Sambueza y Osvaldo González.
Toluca se paró en el Coloso y le quitó el invicto a un América entregado, y que jugó gran parte del partido con 10 hombres.
Desde el silbatazo inicial ni Diablos ni Águilas dieron tiempo para la contemplación ni para el estudio. Fue salir y buscar el cuello del rival para poner el filo de su arma sobre él.
Antes siquiera de que se cumpliera el minuto dos del partido el marcador ya se había movido. Un ataque de los Diablos, se convirtió en un veloz contragolpe del América con un pase de Ménez y Renato Ibarra batió a Alfredo Talavera.
Pero la intensidad de las Águilas a veces, como en el inicio del juego le da para mucho, pero otras tantas le juega al revés. Antes del minuto 24 ya tenía cuatro amonestados y a los 34 perdió a Bruno Valdez por doble amarilla.
Pero Toluca es un equipo enrachado y embalado en este Clausura 2018. No perdió la forma pese a un inicio atropellado y fue empujando con un Rubens Sambueza en gran forma. Solo unos minutos más tarde, a los 10, aprovechó un rechace de Agustín Marchesín e igualó el partido.
Como detalle, el atacante argentino anotó y en lugar de festejar hizo un gesto de perdón a la afición americanista que no olvida sus buenos tiempos con las Águilas.
No es que el juego haya resultado emocionante por las llegadas a gol que fueron pocas en largos lapsos del duelo, pero sí por la intensidad en cada jugada. Tras la expulsión de Bruno Valdez, 'Piojo' Herrera decidió replegarse. Lo cual se hizo más notorio en la segunda mitad. El duelo se revolvió y avanzó entre faltas, y trompicones.
Pero la calidad se abrió paso entre tantas piernas y empeñones, y Mateus Uribe tuvo una importante, tras un robo de Oribe, que entregó a Alfredo Talavera. Y Pedro Canelo tuvo la suya, pero Marchesín aguantó a pie firme.
Tanta intensidad sobre el campo debía llegar a las bancas y quemar a más de uno. A los 70 minutos con un jugador derribado, 'Piojo' Herrera y Hernán Cristante, los dos técnicos, se dijeron de todo se empujaron, casi se ahorcaron. Se fueron expulsados, pero salieron del campo juntos y sonriendo. Así el juego, intenso, complejo. Con trompicones y sonrisas.
Pero todo ello le cobró un precio a las Águilas con un hombre menos y a los 81 minutos, en un tiro de castigo, perdió la marca y Osvaldo González se adelantó a todo el mundo. El peso de jugar tanto tiempo en desventaja se reflejó en una sola jugada.
El empuje ya no le dio para más y dejó el invicto ante un Toluca entregado, pero también un sabor agradable de boca a sus seguidores: de lucha y fútbol.