Con el sabor de la resaca aún en la boca que significó la eliminación a media semana de las semifinales de Copa MX, Pumas resumía su participación en la Jornada 13 de la Liga MX ante un rival que prometía extender el mal sabor de boca: Tigres.
Doblete de Quiñones agudiza la crisis de Pumas en el Volcán
El cuadro auriazul no pudo reponerse del tropiezo en Copa MX y le salió barata la derrota ante Tigres, que pudo haber metido una goliza de escándalo.
A pesar de los vaticinios --que vieron al equipo de Ricardo Ferretti ganar sin mayores problemas antes del pitazo inicial--, los auriazules pudieron haber cambiado su funesto destino si Martín Rodríguez y Juan Iturbe hubieran concretado sus inmejorables oportunidades frente a Nahuel Guzmán en el primer tiempo.
De hecho, Kevin Escamilla avisó al minuto 6 con un disparo de larga distancia, a pesar del dominio de Tigres en el Volcán.
Pasó poco tiempo para que los locales comenzaran a materializar las visiones: Enner Valencia remató ante la salida de Saldívar tras un pase de Quiñones. El balón no entró, pero fue una premonición que la defensa de Pumas no supo interpretar.
Con la misma apatía y falta de puntería que se les vio ante los Bravos de Juárez, los "universitarios" desperdiciaron la gran oportunidad de cambiar su narrativa para los próximos 90 minutos, cuando Martín Rodríguez se precipitó al momento de rematar un rebote en el área chica al 20'.
Como a manera de lección, siete minutos después de que Pumas pudo haber clavado el 1-0, Julián Quiñones aprovechaba un balón suelto en el corazón del área rival y hacía explotar al Volcán.
Antes del descanso, el destino le regaló a los visitantes un momento para revertir sus pecados y seguir en la lucha. Juan Iturbe entró solo por la banda y quedó en el cara a cara con Guzmán, pero al momento de definir el jugador auriazul quisó picar el esférico y terminó estrellándolo en la humanidad del arquero.
El complemento fue una orgía de oportunidades para Tigres. La última línea de Pumas, que inauguró su fiesta desde los últimos minutos del primer tiempo, pagó las consecuencias de su desconcentración al 51', cuando Quiñones entró solo al área para cruzar su remate, batir a Saldívar y marcar un doblete.
Dos goles eran, hasta ese entonces, un marcador muy barato y discreto, totalmente alejado de la realidad.
Alfredo Saldívar, aquel héroe de Pumas junto con Alan Mozo, salvó a su equipo de una tercera anotación al 72', cuando achicó de gran forma un intento de Enner Valencia. La cuestión para los visitantes se redujo a sobrevivir en patio ajeno, nada más.
Los últimos 15 minutos fueron intensos, sin tregua, de un lado a otro. Carlos González hizo vibrar el arco de Nahuel Guzmán, Edu Vargas tuvo una de 'taquito' --remate demasiado flaco como para vencer a Saldívar--, y otra gran atajada del 'Pollo'. Pero no hubo más; ni goles ni errores.
Tigres sumó su tercera victoria al hilo y se colocó en la tercera posición de la tabla general. Pumas llegó un poco más bajo en este torneo, no calificará a la Liguilla ni de broma y la crisis es ya un tema que la directiva auriazul deberá, sí o sí, intentar solucionar. Se acabó el tiempo de los simulacros para un grande del fútbol mexicano que está a pocos años de cumplir una década sin un campeonato.