El técnico de León, Eduardo Berizzo estuvo en mano a mano con Marc Crosas en el programa Marca Personal de TUDN, en el que tocó varios temas, entre ellos la comparación de la Liga MX con otras del mundo.
Eduardo Berizzo discute con los jugadores que buscan ser directores técnicos
El técnico de León también habló de la Liga MX y lo que ha provocado que haya miradas en el futbol del continente americano.
Sobre esto, señaló que la liga mexicana y la brasileña han puesto a américa en el mapa del futbol mundial.
“Muy contento, muy ilusionado, es una liga que siempre me atrajo, creo que la liga mexicana y la liga brasileña se han transformado en las dos potencias de referencia. Si algo puedo decir, la Premier, que tanto encandila, por el nivel económico, las dos ligas, la brasileña y la mexicana, han posicionado el futbol americano en el mapa”.
El ‘Toto’ Berizzo agregó que el futbol mexicano es desafiante en cada partido y eso le da una complejidad extra.
“No deja de ser un desafío a habituarse a un torneo muy exigente por velocidad, por competitividad, por la altura que es un tema también, en todos los partidos te proponen desafíos diferentes”.
Eduardo Berizzo confiesó quién le dio su primera oportunidad al retirarse como jugador y lo formó como entrenador, algo que no dudo en realizar.
“Cuando me retiré de futbolista, recibí la invitación de Marcelo ( Bielsa) de acompañarlo en Chile y no lo dudé, fundamentalmente no lo dudé por quién iba a ser mi entrenador. Viví una experiencia de un nivel superlativo, ser ayudante de Marcelo, fue quien me descubrió muchas cosas que tenía preestablecidas y las entendía de una manera y las logré entender de otra”.
Eduardo Berizzo discute con los jugadores
El estratega argentino reveló que hay veces que discute con los jugadores que quieren convertirse en directores técnicos por lo fácil que lo creen, pero él les explica cómo es estar en el banquillo.
“A veces discuto mucho con jugadores en activo que quieren retirarse porque creen que ser entrenador es replicar las emociones de jugador y no, no es lo mismo. Ser jugador tiene una emocionalidad superlativa, entras a estadios con 50 mil personas, juegas partidos, los vives, te vas a casa y te desenchufas rápido de eso.
Y el entrenador es otro proceso, de más preocupación, yo siempre cuando me preguntan que qué es lo mejor de entrenar, es que no juegas, y que es lo peor de entrenar, es que no juegas”.