Pocos saben que una ‘mentira’ del ' Piojo' Herrera fue fundamental para que América consiguiera la hazaña que consiguió ante Cruz Azul aquella mítica noche del domingo 26 de mayo del 2013.
La mentira del Piojo en la Final América vs. Cruz Azul Clausura 2013
Este martes se cumplen 7 años del título que las Águilas le arrebataron a Cruz Azul en una de las finales más memorables.
Tras estar abajo por 2 goles y con un hombre menos, la cabeza de Miguel Herrera solo estaba en mantener al equipo competitivo, con opciones de remontar y esperar a que la entrega y el hambre de sus jugadores hicieran la tarea.
“Te llegan momentos duros en la cabeza porque expulsan un jugador empezando el partido cuando tenías que buscar hacer 2 goles y rueda en tu cabeza ¿qué tengo qué hacer para que el equipo se mantenga?
“Pero te cae un segundo gol y tu cabeza empieza a dar muchas más vueltas. Vi al equipo bien, muchachos muy entregados, debíamos tener mayor rapidez y tomé la decisión de sacar al 'Flaco' Reyes y con Layún tener más dinámica porque era un juego de ida y vuelta y necesitábamos gente más rápida y transitoria”, dijo.
Fueron 88 minutos de larga espera hasta que llegó la pequeña luz que abrió la puerta del milagro y luego la ‘mentira’ del Piojo que impulso a Moisés y hasta la falsa creencia de que tenía razón.
“Cae el gol de Aquivaldo y volteé a preguntarle a Santiago: ‘¿cuánto falta?’ Me dijo que faltaban dos minutos y les gritaba que faltaban cinco minutos para impulsarlos. No podía decirles que faltaban dos minutos, al contrario, tenía que darles esperanza”, rememoró Herrera.
“YA ESTABAN MUERTOS”
Aquivaldo Mosquera también recordó que el golpe estaba dado con el gol que provocó Moisés. Aquel autogol de Alejandro Castro, pese a que solo fue el empate, fue un golpe letal para el Cruz Azul y un envión anímico que América no desaprovechó.
“Lo que nosotros vimos en la cancha fue cuando empatamos, cuando vimos su cara pensamos que ya estaban muertos, no había cansancio, después el gol de Moi dijimos: ‘podemos, tenemos la suerte, todo a nuestro favor’, y los veía a ellos derrotados”, recordó.
LA IMPORTANCIA DE LA UNIÓN
Moisés Muñoz recordó que al momento de venir esa ‘mentira’ del técnico azulcrema, el impulso del estadio y saber que no había nada qué perder, la mínima posibilidad se convirtió en el ‘milagro’.
“Inconscientemente sabias que el partido estaba por terminar, pero cuando vienen los gritos de aliento y te dicen que hay tiempo para revertir la situación, te llenas de ánimo y no dejas de luchar hasta escuchar el silbato del árbitro porque fue un golpe anímico positivo.
“Yo me arrancó a la portería y a la mitad de la cancha volteó y no solo Miguel, todos me estaba diciendo que me fuera al frente porque todos estábamos en el mismo canal, no había nada qué perder y sí mucho que ganar y recibir el apoyo fue muy significativo”, rememoró Muñoz.