Abrir cartera es una constante en América, pero hacerlo comprando a jugadores cuyo status se le cataloga como ‘bomba’, es una realidad que ha traído grandes dividendos a las Águilas.
Las grandes 'bombas' del América han traído títulos bajo el brazo
¿Podrá el francés Jérémy Ménez tener los mismos logros que jugadores como Iván Zamorano, ‘Piojo’ López, ‘Chucho’ Benítez o el ‘Cepillo’ Peralta?
Así ha quedado demostrado en los últimos años cuando América ha hecho inversiones que además de haber sido millonarias, fueron mediáticas.
Ejemplos hay varios. Pero todo lo podemos retomar a partir del 2002 cuando América venció al Necaxa y consiguió romper una extensa racha de más de 10 años sin campeonatos.
A principios del milenio, América sorprendía con la contratación del chileno Iván Zamorano quien llegaba de las filas del Inter de Milán.
Fue gracias al goleador chileno que América conquistó una nueva estrella, reafirmando que comprar estrellas no era solo para un apartado mediático sino para un fin de excelencia deportiva.
La siguiente gran figura llegó a mediados de aquella década con la sorprendente contratación del argentino Claudio López. Con el ‘Piojo’ volvía a darse una situación similar a la del ‘Bam Bam’.
Claudio López llegó entre la duda de si venía a México a cerrar tranquilamente su carrera, o si lo hacía para ganar un título. Al final, pasó lo segundo y el ‘Piojo’ consiguió ser monarcas con las Águilas en un título en el que, con el argentino, América aplastó a los extintos Tecos.
América paró las bombas provenientes del extranjero, al menos las del calibre de Zamorano o López, y apostó por grandes fichajes mediáticos con jugadores que brillaban en la Liga MX.
Así, las Águilas, con un fichaje multimillonario, consiguieron la contratación del ecuatoriano Christian Benítez procedente de Santos Laguna. El ‘Chucho’ llegaba a cubrir el sitio que dejó Salvador Cabañas, el último ídolo americanista que no pudo levantar un campeonato de Liga.
Con Benítez todo fue distinto. Christian logró el título con América en aquella inolvidable final frente a Cruz Azul; pese a que los rumores de su salida ya estaban latentes, el ecuatoriano lograría irse de México con aquella corona.
A la salida del Chucho Benítez, América consiguió la contratación mediática de Oribe Peralta, un auténtico golpazo de mercado arrancándole a Santos mediante una cifra millonaria a su goleador y figura.
El ‘Cepillo’ no tardó nada en revalidar su estatus de figura y en 2014 conquistó el campeonato de Liga junto a Antonio Mohamed en aquella final frente a Tigres.
Peralta es hoy la gran figura de América y el último recuerdo que cuando América trae figuras, los campeonatos llegan con la torta bajo el brazo.
Hoy, las Águilas traen al francés Jérémy Ménez, una auténtica bomba mundial, quizá no del talante de un Iván Zamorano o un Claudio López, pero sí con el estatus de figura. Está en el galo ingresar a ese selecto grupo de estrellas que acabaron como campeones, o bien en los fiascos inolvidables como en algún instante lo fue el brasileño Djalminha.