Los Lobos BUAP dieron un golpe que parece definitivo en la lucha por el descenso y prácticamente condenaron al Veracruz tras imponerse 5-0 en el Estadio Universitario.
¿'Manita'? Empujón al infierno de Lobos BUAP a Veracruz en la madre de las batallas por el no descenso
Los licántropos fueron mucha pieza, golearon 5-0 al Veracruz y prácticamente condenaron a los Tiburones en el fondo de la tabla porcentual.
‘Hambre’, eso fue lo que demostró desde un inicio el equipo licántropo. Lobos fue mejor que Veracruz desde el inicio hasta el final del encuentro.
Facundo Erpen adelantó a los locales; el ecuatoriano Gabriel Cortez aumentó la ventaja en el segundo tiempo y Diego Jiménez completó la goleada para Lobos.
Hoy era el ‘Día D’ para Veracruz y Lobos BUAP. La final que nadie quiere jugar, esa que enfrenta a los dos equipos que más cerca están de la quema.
Veracruz no estuvo solo en el Estadio Universitario de la BUAP. El desembarco de la afición jarocha se dio con varias horas de anticipación al juego gracias a la llegada de hasta 20 camiones provenientes de Veracruz.
Con clara ventaja en la grada, los Tiburones estaban obligados a demostrar su mejoría en la Liga ante unos Lobos BUAP que tenían el cuchillo en la garganta. Una derrota hoy por parte de los poblanos dejaría sin trabajo a Rafael Puente Jr.
Pero en el campo solo hubo un equipo. Veracruz fue una caricatura despintada; los del Puerto no se ‘comieron’ una goleada de escándalo gracias a la falta de tino de los atacantes de Lobos y a la buena actuación de Melitón Hernández.
Cuando más apretaba Lobos, y más desesperaba por sus constantes fallos, llegó el 1-0 en un tiro de esquina que remató Facundo Erpen. Sin miedo, sin presión y más libres, la BUAP reflejaba en el marcador su claro dominio.
Para el segundo tiempo la tónica siguió de la misma forma. Lejos de ver una reacción de Veracruz, fue Lobos quien buscó definir el encuentro.
Así, tras una buena jugada por el sector izquierdo, el ecuatoriano Gabriel Cortez aumentó la ventaja con un disparo cruzado.
Veracruz estaba liquidado. La grada veracruzana silenciada. No se veía venir un milagro por ningún lado pues hoy, el arco de Jorge Villalpando no tuvo ningún peligro.
Pero Lobos no se quería conformar; quería goles y demostrar su mejoría. Así llegaría el 3-0. Tras cuatro fallas previas, Diego Jiménez venció a Melitón Hernández con un disparo cruzado.
Todo estaba terminado. El tiburón estaba liquidado, herido de muerte. Pero todavía habría más acción y goles en el Estadio Universitario.
Con apenas unos minutos en el campo, Jerónimo Amione cerró el póker para Lobos BUAP con un remate de cabeza en el área chica de los Tiburones Rojos.
Y al final, la manita. Ese 5-0 sonrojante gracias a un extraordinario contragolpe que culminó Irven Ávila con un disparo cruzado.
Partido liquidado. Veracruz queda muy dañado en su lucha por no descender, mientras que L obos BUAP no solo sumó una victoria, oxígeno y ventaja en la porcentual, sino que también una inyección anímica que requería en este camino por mantenerse en la Liga MX.