Ídolo y figura. Cuahutémoc Blanco fue, es y siempre lo será. Hace cinco años dejó de deleitarnos con su magia futbolística, pero, sobre todo, con sus tan particulares festejos.
Los festejos de Cuauhtémoc Blanco son recuerdo desde hace cinco años
Único como él mismo. El legendario jugador del América siempre tuvo una peculiar forma de celebrar ante sus rivales.
Como jugador del América, Cuau siempre fue auténtico y no tuvo nada que ocultar. Su mejor forma de demostrar que alguna persona no era de su agrado, era anotando y dedicándole un gol de una peculiar forma. A Ricardo Antonio La Volpe le 'festejó' un gol en el 2000 durante un duelo de pre Libertadores frente al Atlas, comandado por 'el Bigotón'. Blanco anotó y después se tiró al césped para que lo admiraran.
A Félix Fernánez, defendiendo los colores del Celaya, le marcó desde los 11 pasos y terminó por hacer una de las celebraciones que más polémica han generado. Fue al pasto y simuló a un perro orinando.
Pero también tuvimos al 'Cuauhtémoc araña' en el Verano 2004, el 'Cuahutémoc bailarín' frente a Sao Caetano y hasta el 'Cuauhtémoc banderillero' tras anotar de penal frente a Guadalajara, con Oswaldo Sánchez en la meta.
Ídolo y figura. Cuauhtémoc Blanco será recordado por lo que fue, es y siempre será.