Después de la anotación del triunfo de los Rojinegros, el defensor de los Zorros se volteó a las gradas y les gritó; “son mis hijos” acompañado de un moviemiento de brazos simulando el arrullo a un bebe.
Y eso no fue todo, ya que antes de que se fuera Antonio Briseño a los vestidores tras ser expulsado, Reyes besó el escudo del Atlas para demostrar su amor al equipo al excanterano de los Rojinegros.
Con el triunfo del Atlas por 1-2 sobre Chivas se mantiene con vida y buscará su boleto a cuartos de final del Apertura 2024 contra el perdedor del partido entre Xolos y América.