En la cima de México y de Norte, Centroamérica y el Caribe también, ¿cómo puede una institución como el Club América festejar su grandeza? Exacto, ganando más títulos. Así lo entendieron las Águilas al levantar su octavo título de Concacaf en 2016.
Momento 15: Las fiestas con títulos son mejores
América levantó su octavo título de Concacaf al ganarle otra Final a Tigres; las Águilas logran Bicampeonato a nivel internacional para iniciar el año de su Centenario
Los de Coapa, ya máximos ganadores en la historia de este certamen y vigentes Campeones, tenían la encomienda de levantar el trofeo que los llevaría de nueva cuenta al Mundial de Clubes en el año de su Centenario. Después de una primera ronda que bien podría describirse como un vendaval azulcrema, América dispuso del Seattle Sounders, el equipo de moda de la Major League Soccer de los Estados Unidos en Cuartos de Final y, posteriormente, de Santos Laguna.
Para la Final estaba un viejo conocido: los Tigres de Ricardo Ferretti. Los felinos, ávidos de venganza por la Final perdida ante los capitalinos en el Apertura 2014, mostraron las garras desde el partido de ida en la definición por el título.
Cobijados por un volcán ansioso por derrocar al rey, los universitarios parecían imponer condiciones, pero en los primeros instantes del segundo tiempo, una jugada colectiva excelsa concluida por Darío Benedetto darían la ventaja a los dirigidos por Ignacio Ambriz, delantera que ya no perderían en el resto de la Final.
Osvaldo Martínez aprovechó un error de Nahuel Guzmán, situado en mitad de la cancha, para rematar desde tres cuartas partes del terreno de juego ante una solitaria meta para poner el segundo tanto americanista. A diferencia de la edición anterior, el trofeo se entregaría esta vez en el Estadio Azteca.
El drama volvió a la Final cuando Tigres se adelantó en la vuelta por conducto de André-Pierre Gignac. El empate en el marcador global parecía inminente y América vivía sus peores momentos cuando de repente surgió un dejá vu en el gran coloso. Al igual que en 2014, Michael Arroyo entró de cambio, realizó una gran jugada individual, con gambeta y finta incluidas y, desde fuera del área, sacó un disparo lo suficientemente potente para doblar las manos de Nahuel Guzmán; el gol devolvió la tranquilidad a los azulcrema quienes anotarían un gol más en la reposición gracias a un penal ejecutado por Osvaldo Martínez quien cobró como si quisiera romper la red, toda la fuerza de la institución iba en ese esférico.
El festejo del Centenario inició como solo el Club América lo sabe hacer: con un título. El octavo de Concacaf, el Bicampeonato, frustrando la venganza de Tigres y con un pletórico Estadio Azteca como testigo del inicio de la fiesta en 2016. Los azulcrema demostraron aquella noche del 27 de abril que las fiestas saben mejor con títulos.