Opinión | ¡Gracias 'Chaco'! Saliste “como perro” del América, después te volviste un ídolo
Giménez incluso vistió la playera del Tri, ganó la Copa Sudamericana y demostró un profundo respeto por Pachuca y Cruz Azul.
Christian Giménez llegó sin los mayores reflectores al fútbol mexicano, a pesar de haber jugado cinco años en Boca Juniors y vestir los colores del Unión de Santa Fe y el Independiente, se sabía que sufrió problemas por un altercado con un hincha del Rojo que lo había agredido y que le apodaban ‘Chaco’ por ser de la provincia que lleva ese nombre en Resistencia, Argentina. En realidad ya era grande, presumía tras campeonatos de Liga con los Xeneizes además de dos Copas Libertadores.
Giménez llegó al Veracruz en un equipo mágico donde estaban hombres como Cuauhtémoc Blanco y Kleber Boas. Formó parte de unos Tiburones que verdaderamente daban miedo en el Apertura 2004. Su paso con los jarochos fue tan bueno que el ‘Temo’ lo recomendó para el América, como un excelente jugador; pero las cosas en el América no le fueron bien así que recaló en Pachuca, lo cambiaron por el ‘Pipino’ Cuevas.
Como todo en la vida, debe existir un momento de crisis para que lo mejor estalle, para que la grandeza llegue, parecía que los americanistas le picaron el orgullo y ahí comenzó su legado. Ese jugador despreciado por América llegó a Pachuca para ganarse el corazón de esa afición que conquistaría la Copa Sudamericana , además de un título de Liga MX, una Super Liga y dos campeonatos de la Liga de Campeones de la Concacaf. Más allá de los campeonatos su juego era espectacular, dominaba las bandas junto a Chitiva, iba y venía, tenía disparo de media distancia y era gran asistidor.
Ese buen juego lo llevó al Cruz Azul, un bombazo en el año 2009, los celestes habían concretado el gran fichaje del mercado invernal. Poca gente creía que tras las conquistas con los Tuzos podría volverse ídolo en Cruz Azul, pero también lo hizo, se ganó el corazón de la afición por su gran entrega y su liderazgo. Su gran deuda pendiente será el no obtener con los cementeros el título de la Liga, pese a ello brindó una Liga de Campeones de Concacaf y una Copa MX.
Con los azules tuvo momentos críticos, dolorosos y pasionales, como el altercado en la cancha del Morelos en aquellas semifinales ante Morelia, sin que fuera un acto plausible, demostraba que Cruz Azul era un equipo con sangre y no unos ‘pecho frío’ como se dijo en su momento.
Curiosamente este que les escribe tuvo sus primeras notas entrevistando al ‘Chaco’, recuerdo mucho que siempre me hizo hincapié en la primera nota de su apellido es con G y no con J, bromeaba con la prensa y se hizo amigo de fanáticos, periodistas y hasta de los albañiles que trabajaba en La Noria. En su juego nada se le pudo reprochar, porque brindo golazos y triunfos importantes.
Entre lágrimas, Giménez no ocultó su dolor por perder varias finales con el Cruz Azul, sobre todo la del 2013 en contra del América: “Me pongo mal porque he salido campeón en todos lados y acá no lo puedo hacer y me duelo eso, pero soy una persona muy dichosa de vestir estos colores”.
Más allá de lo que fue como jugador, como persona siempre se mostró sencillo, a veces demasiado humano. Maradona lo convocó a la Selección de Argentina en el 2009, pero al no ser un juego oficial pudo jugar con la Selección Mexicana en el 2014, en uno de los momentos más complicados del Tri, una muestra del cariño que ya le tenía al país.
Giménez se había ganado un lugar en la Liga MX, ahora cuando se dice ‘Chaco’ no hay quien no lsepa de quien hablamos, pocos extranjeros logran trascender como lo hizo el de Resistencia.
De mi parte lo único que me queda decir es gracias ‘Chaco’, las piernas no alcanzaron para un campeonato azul, pero tu corazón dio de sobra para defender esos colores.