Mil partidos en el Azteca bien valen una celebración con tres puntos en el bolsillo. América festejó la histórica cifra con un valioso triunfo ante los Rayos del Necaxa.
Oribe marcó un gol que valen 1000 partidos para América en el Azteca
Tras un infumable partido, Peralta anotó el gol que le dio los tres puntos al las Águilas.
Oribe Peralta encendió la luz en una noche oscura para las Águilas. El Cepillo coronó una extraordinaria jugada de Michael Arroyo en los últimos minutos del encuentro.
Las Águilas no fueron espectaculares pero sí efectivas. Volvió a dejar en cero su arco y de paso, extendió a siete juegos sin ganar la racha de los Rayos.
Muy poco que contar en el partido. Un juego muy peleado, cerrado y con contadísimas llegadas de ambos equipos.
Lo más destacado de Necaxa fue la tremenda y heroica tapada de Agustin Marchesín a remate de Marcos González. El argentino no solo evitó que el América se fuera rápido abajo en el marcador, sino que mantuvo el cero en el Estadio Azteca, un invicto que puede presumir el cuadro azulcrema.
De ahí en adelante, pinceladas. Muy pocas, contadas ante el bostezo prolongado de las dos aficiones que hoy se dieron cita en el Azteca.
La Volpe plantó un equipo muy joven. Lamentablemente para su causa, hoy Diego Lainez no pesó en el campo como en anteriores ocasiones.
Fue hasta el segundo tiempo cuando llegó la primera jugada clara del América, más específico, hasta el minuto 80 cuando Erick Pimentel mandó un remate de cabeza apenas desviado del arco de Marcelo Barovero, un espectador hasta ese instante.
El juego estaba para que se definiera por una individualidad, y América en eso tiene varios expertos. Michael Arroyo se inventó una gran jugada individual que Oribe Peralta se encargó de coronar para llegar a seis tantos en el torneo y darle tres puntos más al América.
Con este triunfo, las Águilas están cada vez más cerca de la liguilla. En tanto, la situación de Alfonso Sosa se complica con Necaxa tras hilvanar un nuevo partido sin ganar.