“ Nunca he considerado las cosas como un fracaso, las tomo como un aprendizaje porque sin eso no podría ser la persona que soy ahora, no podría ser lo consciente que soy de todo lo que viví, y al final de cuentas, no me quedé con ganas de nada, se podría decir que la espinita que tenía unos años antes, era el venir a Chivas”, comentó en entrevista con Oswaldo Sánchez y Marc Crosas, de TUDN.
“Después intenté hacerlo, no me podía quedar con las ganas y si te quieren en Chivas y decir ‘no voy por estar en el equipo contrario, estoy en América y no puedo arriesgarme a tomar esa decisión’ ¿Y si hubiera salido bien? Yo no quería arrepentirme de no tomar esa decisión, tienes que ser valiente en la vida y si no lo eres pues será muy difícil conseguir cosas chingonas”, agregó.
EN CHIVAS NO JUGÓ POR FALTA DE NIVEL, SINO POR LOS DT’S
Pese a que llegó a los 35 años al Rebaño, Peralta considera que su falta de actividad en los últimos dos años y medio no se debió a bajo rendimiento, sino por los gustos de los técnicos que tuvo.
“Hubo momentos (de su carrera) en donde dije ‘estoy hasta la madre, ya me quiero ir, esto no es para mí, me pongo a trabajar, a hacer otra cosa porque no estoy jugando, no me toman en cuenta o me dan un partido y después tres en la banca’ y eso fue difícil porque dudas de que no haces las cosas bien, y cuando estaba en Chivas entendí que si no me consideraban es por decisión de ellos del entrenador en turno. Siempre entrené a tope siempre di lo mejor de mí desde donde me tocó”, sentenció.
Oribe Peralta llegó a Chivas para el Apertura 2019 en un fichaje que será recordado como polémico por el resto de la historia de la rivalidad entre el Guadalajara y el América. De rojiblanco, el ‘Hermoso’ Peralta apenas pudo anotar dos goles en 40 partidos.
