El ya desaparecido Jaguares de Chiapas inició su agonía final justo después de su última gran alegría: el haber llegado a Cuartos de Final de Liga MX en el Apertura 2015.
Óscar Jiménez, el bombero de América
El suplente de las Águilas tendrá en sus hombros la responsabilidad de cubrir el arco por la salida de Marchesín.
Se trataba de una escuadra dirigida por Ricardo Antonio La Volpe que tenía un hombre importante en cada línea del terreno de juego. Adelante, su hombre gol era el ' Chino' Silvio Romero. En mitad de campo, su eje era el mundialista chileno Francisco 'Gato' Silva. En defensa, el bastión era el ' Chaco', Juan Manuel Insaurralde.
Y atrás, en la portería, aquellos Jaguares del “Bigotón” tenían a un guardameta mexicano sobrio, discreto y humilde: Óscar Francisco Jiménez.
En esa Liguilla del Apertura 2015, los chiapanecos cayeron eliminados ante Tigres de André Pierre Gignac. Mas el sabor de boca fue grato. Desafortunadamente, el equipo fue desmantelado y finalmente desaparecido. Jiménez se hizo portero de primera división atajando en el calor húmedo y sofocante de la selva chiapaneca al lado del Cañón del Sumidero.
En tres años salvó a Jaguares de las garras del descenso, disputó 76 partidos y se ganó la confianza de La Volpe. Cuando el técnico argentino, contra todo pronóstico, llegó al América sucediendo a Nacho Ambriz en el 2016, tomó la decisión de intercambiar a Moisés Muñoz por Jiménez.
Por supuesto, el arribo de Agustín Marchesín por varios millones procedente de Santos Laguna implicó que Jiménez estaría condenado a un papel secundario. Como azulcrema, él apenas ha jugado seis partidos de Liga MX, pero ha sido todo un profesional, entrenándose disciplinadamente
Jiménez es el menos culpable de la situación del América con Marchesín y, sin embargo, ha sido el más golpeado en redes sociales. Se trata de un portero trabajador a quien nadie le ha regalado nada y quien el próximo sábado en la jornada tres ante Xolos de Tijuana podrá demostrar que no es ningún improvisado.