Tras brillar con la selección nacional en la Copa del Mundo de Francia 98, Ricardo Peláez Linares regresó con el orgullo de haber cumplido, pero también con la ilusión de vivir quizá sus últimos años como jugador en activo con las Águilas del América, pero se topó con una realidad totalmente diferente a la que le habrían expuesto antes de viajar a la justa gala.
Paco Arredondo | Chivas con un lugar especial en la vida de Peláez
El Rebaño tendrá a un tipo con enorme capacidad y pasión por hacer bien las cosas.
Ricardo se marchó al Tricolor con la promesa que le hizo en su momento el entonces técnico americanista, el chileno Carlos Reinoso,de que se fuera a jugar el mundial sin ninguna preocupación, su permanencia estaba segura en el equipo de Coapa, pero su mayor sorpresa la recibió a su regreso.
Su continuidad en las Águilas estaba descartada, el estratega chileno nunca más le dio la cara y sólo fue informado que habría sido transferido a las Chivas del Guadalajara propiedad en aquella época del empresario tapatío Salvador Martínez Garza (QEPD) y dirigidos por el brasileño Ricardo 'Tuca' Ferretti.
Peláez Linares emprendió esta nueva aventura en su carrera deportiva, sabía que era quizá el último tramo por recorrer en las canchas, arregló un buen contrato, pero siempre fue un tipo honesto y directo, por eso cuando le ofrecieron extender su estadía con el Rebaño, luego de pasar un largo periodo lesionado de la rodilla, simplemente dijo no más.
Pese a que le hacían un importante incremento salarial, el exdelantero mundialista fue realista no sólo con él, sino con los mismos dirigentes y prefirió iniciar ese duro y cruel camino para todo futbolista, el retiro, y regresar a la capital del para enrolarse en otras actividades dentro del futbol, desde comentarista a directivo.
Dos décadas después y con casi una en funciones de director deportivo, Ricardo Peláez Linares regresa a las Chivas y a una ciudad que siempre le gustó como es Guadalajara, ahora en una función y con una responsabilidad de mayor peso respecto a su etapa como jugador, sobre todo con la misión de devolverle esa credibilidad perdida.
Muchos son los retos que tendrá en sus manos y su habilidad para armar planteles en esta ocasión tendrá que ser magistral, minuciosa y casi perfecta al momento de hacer contrataciones. Ahora quizá se topará con una realidad financiera totalmente diferente a la que pudo enfrentar tanto en América como en Cruz Azul.
El margen de maniobra para fichar jugadores se reduce, no sólo porque se trata de un equipo con solo mexicanos sino porque los precios son exorbitantes cuando se trata del interés del Rebaño y si algo faltaba, su economía en los últimos tiempos se ha visto limitada.
Chivas se ha hecho de la “pieza que le faltaba” dijo su presidente Amaury Vergara, quien tendrá en Ricardo Peláez a un tipo que si algo le sobra es la capacidad y la pasión por hacer bien las cosas, que tiene sus fórmulas y mecanismos para hacer que la afición, no sólo se ilusione sino que se sienta en las mejores ganas para verse una vez más en la liguilla en el Clausura 2019.