Guadalajara

    ‘Poniendo huevo y partiéndosela’: así ganó Chivas la Liga MX

    Matías Almeyda convenció a sus jugadores de matarse sobre el campo y a pesar de no ser favoritos acabaron alzando el título.


    Por:
    TUDN

    Almeyda estuvo preparado, también para la derrota.

    Imagen Cristian de Marchena (Mexsport).
    Almeyda estuvo preparado, también para la derrota.

    Los partidos a ida y vuelta de la final del Clausura 2017 entre el Guadalajara y los Tigres no fueron decididos tácticamente (pues ambas escuadras usaron el mismo sistema 4-4-2), sino con base en quiénes 'pusieron más huevo'.

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    Esa expresión suele usarse en el balompié argentino, donde surgió Matías Almeyda, y no hay mejor ejemplo para ilustrarla que lo hecho por Alan Pulido: no solamente metió el primer gol en el Estadio de las Chivas. Además recuperó balones, defendió en su área y 'se partió la m*' (como se dice en México).

    ‘Poner huevo y partírsela’ deben entenderse en el buen sentido: peleando honesta y virilmente. Más que buscar jugar al límite del reglamento para desesperar al adversario. Las declaraciones de Rodolfo Pizarro tras el 2-2 en el Universitario de Nuevo León fueron categóricas y arrojadas. ‘Se vio que no somos las víctimas, los corderos, que todos dicen; y demostramos que podemos competir al tú por tú’.

    Viéndose abajo en el marcador, los dirigidos por Ricardo Ferretti repitieron las escenas de la final de la Copa Libertadores 2015 ante River Plate en Buenos Aires. Gignac reclamándole al árbitro, Jesús Dueñas citándose con algún rival para arreglar las cosas en la calle (aunque Miguel Ponce le propinó 'un zape' al final), y Nahuel Guzmán desconcentrándose.

    Quizás Matías Almeyda telefoneó a Marcelo Gallardo, DT de River y compañero suyo en la Albiceleste durante los años noventa, para pedirle consejos.

    ‘Mirá, che, necesitás que tus chicos pongan huevo para vencer a Tigres. Más nada puedo decirte’.

    Matías Almeyda surgió de River Plate e incluso antes de la llegada de Marcelo Bielsa al seleccionado argentino ya era inamovible en círculo central para Daniel Alberto Pasarella, legendario mediocampista mandón.
    Vivió la época de grandes íconos de la media de contención, como el holandés Edgar Davids, con quien se vio las caras en Francia 1998 y en el calcio italiano.
    De la mano del sueco Sven Göran Eriksson, el 'Pelado' salió campeón de Italia con la Lazio de Roma en la temporada 1999-2000. No cabe duda que el futbolista argentino sabe adaptarse a todos lados.
    No se achicaba ante nadie, ni siquiera aunque tuviera enfrente a Zinedine Zidane en su etapa de la Juventus de Turín.
    Aquel scudetto del 2000 fue el último de la Lazio. Con Almeyda, la escuadra lazial se hablaba de tú con la Juve del gran Alessandro Del Piero.
    En 1999 arribó al predio de Ezeiza (centro de concentración de Argentina), Marcelo 'El Loco' Bielsa, cuyas ideas vanguardistas revolucionaron el mundo del fútbol.
    La filosofía del 'Loco' es ofensiva, pero a través del equilibrio: los once jugadores defienden y los once jugadores atacan. En sus escuadras está prohibido jugar caminando.
    Por ello Bielsa no dudó en seguir confiando en 'Pelado' Almeyda. Junto a Diego Simeone, sería el escudero de mediocampistas de la calidad de 'Brujita' Verón y Juan Román Riquelme y 'Payasito' Aimar.
    La filosofía de Marcelo Bielsa parte de la premisa básica de que un equipo, como colectivo, es más que cualquier individualidad.
    Bielsa también es un formador de entrenadores: Almeyda se convirtió en DT, pero en esta foto también aparece Mauricio Pochettino (DT del Tottenham), Simeone (DT del Atlético de Madrid) y Javier Torrente (DT del León de la Liga MX).
    Desafortunadamente, Bielsa y Almeyda vivieron el drama de caer eliminados en fase de grupos cuando todos daban a Argentina como favorita al título en el Mundial 2002. Nadie puede explicarse por qué pasó lo que pasó.
    Gracias a que los jugadores seleccionados lo bancaban a muerte, Marcelo Bielsa permaneció en el cargo después del Mundial y le dio a Argentina una medalla de oro olímpica en el 2004.
    Almeyda, por su parte, continuó su andar por Italia, codeándose con monstruos como Gabriel Omar Batistuta.
    Cuando parecía que iba de salida, fichó por el Inter de Milán y su fútbol alcanzó para dos temporadas muy decentes hasta el 2004.
    Almeyda nunca perdió fuelle, siempre se conservó en óptimas condiciones físicas para mandar en la media cancha.
    Almeyda se retiró en el 2005, pero volvió con 36 años en el 2009 a seguir batallando por el control del medio campo ante leyendas como Riquelme.
    En su vuelta a River Plate, fue de lo más rescatable del club que a la postre descendería. El que sale con camiseta de Estudiantes de La Plata es Mauro Boselli.
    El declive de River con 'El Pelado' coincidió con el ascenso de Estudiantes, campeón de la Libertadores en el 2009 de la mano de Gastón 'La Gata' Fernández.
    Almeyda incluso se dio el gusto de 'bautizar' al adolescente James Rodríguez, quien despuntó en el Banfield de Buenos Aires antes de dar el salto a Europa.
    Bielsa sigue hablando maravillas de Almeyda por su inteligencia táctica, su despliegue físico y su amor por la camiseta.
    Hoy por hoy, el juego del Guadalajara tiene algunos rasgos de las escuadras del 'Loco' Bielsa.
    'El Pelado' también se apasiona desde la línea de cal tanto como su maestro, 'El Loco'.

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    Imagen Getty Images.
    Matías Almeyda surgió de River Plate e incluso antes de la llegada de Marcelo Bielsa al seleccionado argentino ya era inamovible en círculo central para Daniel Alberto Pasarella, legendario mediocampista mandón.

    Y es que River también usó un 4-4-2 (Lucas Alario y Teófilo Gutiérrez adelante) ante el 4-4-2 de Tigres (Gignac, más el brasileño Rafael Sobis). Sean finales de Libertadores o de Liga MX, estos partidos se definen más que sobre el pizarrón, sobre el terreno de juego, donde se libran las batallas y nacen los héroes.

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    No se busquen más explicaciones. La escuadra de Almeyda es justa ganadora del Clausura 2017 porque con fe y fútbol jamás descreyeron de sí mismos, ni de sus propias virtudes para alcanzar la gloria. Si les preguntan cómo fue que el Guadalajara quedó campeón, respóndanles que fue 'poniendo huevo y partiéndosela, nada más'.

    @CesarKickoff

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