Pumas y América no dan pie al gol y el pase a Semifinales se definirá al 100 el sábado.

Pumas de la UNAM y Águilas del América se guardaron el buen futbol, las emociones, las fricciones y, sobre todo, los goles que se esperaban en el Estadio Olímpico de C.U. para dejar todo en la vuelta dentro de los Cuartos de Final del Grita México BBVA A21.

La posición en la tabla favorece al conjunto de Santiago Solari en caso de un empate global, por lo que no tuvo empacho en proponer poco al frente, pues la regla del gol de visitante desapareció y no tuvo urgencia en marcar, incluso desde antes del silbatazo inicial se guardó piezas clave como Córdova, Henry y Roger, quienes iniciaron en la banca.

Pumas, aunque lo intentó en mayor número de oportunidades, entre Guillermo Ochoa, la falta de puntería y un gol en posición adelantada que fue anulado, no logró mover su pizarra y ahora estará obligado, sí o sí, a marcar en el Estadio Azteca el próximo sábado.

Fue un primer tiempo que hizo recordar los inicios de los torneos, donde los equipos apelan la falta del buen juego a la ausencia de ritmo; sin embargo, dentro de una Liguilla ambas escuadras, dos de las más importantes de la Liga BBVA MX, quedaron a deber.

Juan Ignacio Dinenno tuvo un par de ocasiones, pero no logró concretar, primero con un disparo desviado dentro de los primeros 10 minutos de juego y luego con un remate descompuesto sobre el minuto 20.

Lo que sí se encendieron fueron los ánimos, luego de que Miguel Layún y Sebastián Saucedo se enfrascaran en una lucha de dimes y diretes que no pasó a mayores, pero que al menos calentaron un poco el encuentro.

Minuto 35 y Guillermo Ochoa detuvo con un manotazo un remate de cabeza de Ortiz, tras centro a balón parado; el portero de las Águilas tuvo complicaciones, pero logró resolver en dos tiempos para evitar la ventaja del local.

Efraín Velarde, tras una serie de rebotes en el área americanista, sacó un cañonazo a ras de pasto desde fuera del área pero que logró contener Guillermo Ochoa a dos manos y con el pecho de fondo para retener el balón.

De inmediato, al 39’, Federico Viñas sacó un trallazo en el área, cruzado, pero que Talavera rechazó por abajo de buena forma, luego de que Arturo Ortiz le entregara al uruguayo en el medio campo para el contraataque, vaya error y regalo que no logró capitalizar el América.

El juego cayó en un largo letargo en el que Richard Sánchez recordó que el partido seguía vigente con un disparo de media distancia que apenas se fue por un costado de la portería con menos de 15 minutos en el reloj para el final.

Al 80’, Erik Lira estuvo cerca de hacer real su frase de la semana; “nos vamos a ching… al América”, pero atrás un manotazo de Guillermo Ochoa evitó que la pizarra se moviera, como también impidió que con el gol el partido mejorara.

Dos minutos después, Favio Álvarez sirvió con la testa a Meritao, quien definió en el área, aunque su canto de gol debió extinguirse por posición adelantada, lo que en automático hizo llevar sus manos a la cabeza, mismo gesto que replicó la afición auriazul en el Olímpico.

Ya en la última jugada, la del último aliento, Favio Álvarez tuvo el tanto en sus pies, quien con un disparo atrás del manchón penal disparó, pero apenas desviado ante el vuelo de Guillermo Ochoa para, entonces sí, sellar el 0-0 la noche de este miércoles en un duelo que dejó mucho que desear.