Todas las dinastías se acabaron y esos equipos tardaron años en reponerse. Todos los clubes que establecieron hegemonía en el futbol mexicano se fueron diluyendo poco a poco hasta casi desaparecer tardando años, incluso décadas, en reponerse y volver a los primeros planos.
Ricardo Salazar | Tigres se enfrenta a la extinción
El futbol regio puede caer en una crisis futbolística y ello no es una casualidad.
América tetracampeón 1925-28, tardó 37 años en volver a ganar el campeonato a fines de 1965.
Necaxa primer campeonísimo: cuatro ligas, dos copas y dos títulos de selección nacional entre 1933-38, tardó 57 años en obtener otra liga no sin antes desparecer dos veces.
León fue el segundo campeonísimo: cuatro ligas, dos copas y tres de campeones en once años 1948-58, tardó 36 en volver a obtener un cetro liguero, no sin antes descender en 1987.
Guadalajara tercer campeonísimo: ocho ligas, una copa y siete de campeones en 13 años 1957-70, estuvo a punto de participar en una liguilla por el no descenso y esperó 17 años para recuperar la supremacía, pero sólo ha ganado cuatro ligas en 50 años.
Cruz Azul cuarto campeonísimo: siete ligas, una copa y dos campeones entre 1969 y 1980, pero desde entonces solamente se coronó una vez a fines de 1997.
América pentacampeón: tres títulos seguidos y otro par en la década de los años ochenta, más dos de campeones entre 1984 y 1989, pero no volvió a obtener un cetro hasta el nuevo siglo, en 2002.
Toluca con siete campeonatos en 12 años, 1998-2010, solicitó su ingreso al selecto grupo de grandes, pero ya transcurrió toda una década sin recuperar la supremacía y ya tiene problemas de descenso.
Pachuca tuvo una época dorada entre 1999 y 2007 obteniendo cinco campeonatos, pero desde entonces solamente ha ganado un título en el Clausura 2016.
Tigres es el último que estableció una hegemonía, cinco títulos en nueve años entre 2011-2019, más uno de copa y tres de campeones.
El Universitario de Nuevo León empieza a manifestar síntomas de la debacle que llevó a sus antecesores a sufrir crisis después de numerosos éxitos.
Primero, salida del técnico ganador, Ricardo Ferretti, retiro como el de Juninho y los que están a la vuelta de la esquina, las lesiones de Hugo Ayala, Luis Rodríguez o Jesús Dueñas, bajas de juego en los casos de Javier Aquino y André-Pierre Gignac, quien registró la peor cosecha de goles desde que llegó en 2015.
El gran error es pensar que con uno o dos refuerzos se va a mantener el nivel competitivo, no es así, se necesitan un mínimo de seis jugadores de buen nivel, es decir, una inversión de unos 25 millones de dólares para mantenerse allá arriba.
Aunque no ha establecido una hegemonía como su plantel lo indica, el Monterrey es otra escuadra que está por enfrentarse a una realidad, el fin de una era.
No será casualidad entonces que en los próximos años el futbol regio caiga en una crisis futbolística.