Las Águilas volvieron a apostar por Rubén Omar Romano para llevar al equipo a buenos rumbos justo el año de su Centenario, tal parece que la directiva azulcrema olvidó lo ocurrido en el 2008 cuando el argentino dirigió al equipo y renunció por malos resultados.
Rubén Omar Romano, un entrenador que ya fracasó con el América
El entrenador argentino vivirá una segunda experiencia como entrenador de los azulcremas esperando cambiar la imagen derrotista que dejó en su primera etapa.
Para los aficionados de memoria corta, vale la pena apaciguarlos y decirles que no festejen antes de tiempo con la contratación de Romano, aunque es un entrenador capaz de generar equipos competitivos, nunca ha podido levantar un campeonato y a esto se le puede agregar su pasado americanista.
Fue en el Clausura 2008 cuando Rubén llegó al nido en sustitución de Daniel Brailovsky a mediados del torneo. En dicho semestre las águilas competían en el torneo local y también en Copa Libertadores.
La gestión de Romano fue una pesadilla para el técnico, pues en 10 partidos que dirigió a las Águilas acumuló 9 derrotas y tan sólo un empate en la Liga MX con 6 goles a favor y 22 en contra en esos 10 juegos.
Incluso el último juego de Romano al frente de los de Coapa fue ante el Flamengo en el partido de ida de la Copa Libertadores, el torneo continental le había servido al entrenador como salvavidas para mantener el puesto, pero luego de un 4-2 en contra en el estadio Azteca el argentino ‘tiró la toalla’ y renunció al equipo.
La vida vuelve a unir a Romano con el América esperando un camino totalmente opuesto al primero, pues como ya se dijo las Águilas cumplen 100 años y quieren festejar con títulos un semestre que comenzó accidentado.
Los aficionados esperan que Rubén sea el bombero que apague el fuego en el nido y la directiva desea que se convierta en el ‘Salvador’ del equipo, pues la paciencia está corta para Peláez y compañía desde los altos mandos.