En el mundo real, un ladrón que asalta un banco es perseguido por el delito de robo. Si el mismo ladrón cumple su castigo, pero vuelve a robar un banco entonces es perseguido por el mismo delito con el agravante de la reincidencia.
Sambueza sigue impune porque la reincidencia no está tipificada en el reglamento
Las reglas del juego de FIFA no incluyen sanciones adicionales por reincidir en agresiones: ‘Sambu’ está protegido y ‘Chucky’, desamparado.
Increíblemente, en el mundo del fútbol esto no pasa porque los árbitros no pueden castigar a nadie por reincidir en acciones dolosas. Se puede amonestar a un jugador por ofensas reiteradas, por ‘infringir persistentemente las Reglas de Juego’, mas no por reincidir en agresiones (ir a causar daño al compañero, con o sin balón de por medio).
Ahí yace lo trágico para un jugador como Hirving ‘El Chucky’ Lozano: que aquello vulgarmente conocido como ‘ir a ablandar’ al futbolista habilidoso en realidad es reincidir en la agresión. Mientras la reincidencia no se tipifique como infracción y se castigue, Lozano tendrá solamente dos opciones:
Uno, aguantar lesiones que lo aparten de los terrenos de juego constantemente, o…
Dos, responder agresiones con agresiones, fuego contra fuego.










Podría incluso argumentarse que esta terrible situación, donde no se castiga la reincidencia, es lo que hace que (por así decirlo) ‘un Hirving Lozano degenere con el paso de los años en un Rubens Sambueza’. Tanto el mexicano como el argentino son jugadores pícaros con la pelota y proclives a los roces con los defensas rivales.
Pero el argentino ‘ya está maleado’ y el mexicano ‘podría malearse’.
Si la FIFA en realidad está para buscar el bien del juego, debería reformarse el reglamento e incluir la reincidencia como agravante para echar más juegos de suspensión a un jugador con historial como Sambueza. Incluso muchos americanistas respiraron aliviados cuando ‘Sambu’ se fue de Coapa por su mala costumbre de hacerse expulsar en momentos claves.
El único organismo que ha tipificado el agravante de reincidencia es la Uefa, pero para conductas tales como discriminación y racismo, las cuales son ofensas cometidas más bien con la boca y no con las piernas. En el caso de Hirving Lozano y de Isaac Brizuela, de lo que se trata es de proteger sus piernas y salvaguardar al fútbol.