Monterrey llevó en el pecado la penitencia. El equipo del 'Vasco' Aguirre no fue capaz de cerrar la serie ante Santos y apenas pudo empatar 1-1 para ceder el pase a Semifinales al cuadro lagunero.
Santos consigue una sufrida clasificación ante Monterrey
En los minutos finales los Guerreros encontraron un gol que fue el fruto de la presión que ejercieron durante toda la segunda mitad en la que Rayados desapareció.
El cuadro regiomontano tuvo dos caras en el duelo ante Santos pues en la primera mitad fueron dominantes, incluso encontraron el gol que los ponía en la Semifinal pero para la segunda mitad cedieron la iniciativa al visitante que presionó hasta que encontró la anotación de último minuto por conducto de Ronaldo Prieto, quien econtró el balón dentro del área tras un tiro de esquina y aprovechó para empujarlo al fondo de la portería y con ello darle el pase a su equipo.
La primera mitad mostró a un Monterrey con mucha intensidad, presionando en la cancha del rival sabedores de que necesitaban hacer al menos un gol para quedarse con el pase, incluso Carlos Acevedo tuvo un par de buenas intervenciones para salvar a su equipo.
Sin embargo, fue el propio guardameta quien sentenció a los Guerreros luego de que al minuto 27 rechazara al centro un tiro de esquina, dejando la pelota franca para Maxi Meza quien con la parte interna del pie colocó el balón hacia el costado izquierdo de la portería y con ello abrió el marcador.
La polémica se hizo presente en la segunda mitad pues al minuto 54 César Arturo Ramos decidió no moarcar un posible penalti a favor de los Laguneros. El silbante revisió una jugada en la que Jesús Gallardo falló en su intento de despejar el balón con la cabeza e hizo contacto con la mano, no obstante tras la intervención del VAR se determinó que no existía infracción y el encuentro se reanudó con saque de banda.
Pero Santos no dejó de buscar el gol, era el equipo obligado por lo que comenzaron a llegar por las bandas, mostrando una cara muy distinta a la de la primera mitad, tuvieron un par de jugadas de sumo peligro con centros rasos que cuzaron toda el área y milagorsamente no terminaron en gol. Era el mejor momento del equipo de Torreón en el encuentro pero no fue sino hasta el final del musmo cuando encontraron la recompensa.