Tigres versión Clausura 2017; ¿gloria en forma de bicampeonato o campeonitis y algo peor?
Luego de su título en el Apertura 2016, en la búsqueda por repetir en la cima los universitarios enfrentarán varias circunstancias en contra como la falta de pretemporada y su propia historia.
Tigres debió esperar 18 días entre su serie semifinal del Apertura 2016 ante el León y la serie final ante América. Cinco días más de los 13 que tuvo de descanso a partir del momento en que levantó el trofeo de campeón y el duelo frente a Santos de la jornada 1 del Clausura 2017. La versión que veremos de Tigres al inicio del torneo, por lo tanto, será todo un misterio.
Ya reclamaba Ricardo Ferretti, en el inter previo a los duelos con las Águilas, la pobre planeación del calendario de la Liga MX a sabiendas de que aquel era un escenario desconocido en el fútbol mexicano.
‘Tuca’ y sus felinos salieron bien librados y con los brazos al cielo de aquella experiencia, pero ante el poco tiempo entre competencias el técnico ha optado por una inovación: los jugadores suplentes se presentaron a entrenar el 2 de enero y los titulares lo harán hasta el día 9. Dos días después de iniciada la campaña.
Tigres tiene al menos un par de objetivos primordiales para la primera parte del año. Buscará añadir un inédito bicampeonato de Liga a sus vitrinas y querrá coronarse por vez primera en la Liga de Campeones de la Concacaf.
Pero antes de eso deberá intentar evitar la siempre temida ‘campeonitis’ -un fenómeno del fútbol mexicano que no se sabe a bien si es real o imaginario en el que el campeón de una campaña tarda por muy distintas razones en ponerse a punto en la siguiente si es que lo consigue- e incluso algo peor.
Naturalmente, por el corto periodo de descanso, el grupo de jugadores de Tigres no tendrá pretemporada. Deberá entrenar y alcanzar nivel de competencia sobre la marcha del Clausura 2017. Eso en un torneo corto y competitivo como es el de la Liga MX, puede ser faltal.
Conseguirlo le llevará algunas jornadas y si lo lo logran pronto (cuatro o cinco fechas o lo que es lo mismo 12 o 15 puntos más tarde), siempre estará el riesgo de la falta de trabajo de volumen y fuerza de la pretemporada que suele pasar factura en los momentos más álgidos -entiéndase final del torneo o Liguilla- de cualquier competencia.
Es cierto que Ferretti cuenta con uno de los planteles más amplios de la Liga MX, pero todos estarán practicamente bajo las mismas circunstancias físicas y los que no suelen jugar incluso tienen el handicap en contra de la falta de ritmo.
Se requerirá el máximo talento y el trabajo combinados de todo el cuerpo técnico, y jugadores para lograrlo.
Además a partir de febrero, Tigres sumará los partidos (de dos a seis según avance en el torneo) que le restan en la Concacaf con la mira puesta en el Mundial de Clubes. Un chance que seguro no querrán perder.
Pero esos duelos pueden ayudar tanto como perjudicar por aquello de la puesta a ritmo o del desgaste sin pretemporada del conjunto. Será todo un misterio.
Tampoco la historia predice un Clausura 2017 muy halagüeño para el conjunto universitario.
De las cuatro ocasiones anteriores en que fueron campeones, en ninguna consiguieron hilvanar un bicampenato. No consiguieron un hilo de continuidad al máximo nivel en ninguna de sus oportunidades previas.
En la temporada 78-79 se quedaron en la Liguilla de grupos tras el título en la 77-78. En la 82-83 ni siquiera avanzaron a esa fase tras alzarse con los honores en la 81-82.
En el Clausura 2012 alcanzaron las semifinales luego de coronarse en el Apertura 2011 y en el Clausura 2016, los cuartos de final donde fueron eliminados por Rayados tras haberse llevado el Apertura 2015.
Todo parece jugar en contra de ‘Tuca’ y sus Tigres en el Clausura 2017, pero si se ve desde otra perspectiva, una un tanto más osada, es la mejor oportunidad de avanzar un paso más y erigirse en el equipo de época que vienen anunciando en el club felino desde hace un par de años, claro esto si se enfrenta con éxito. Solo el mismo tiempo lo dirá.