Entonces encontró un nuevo amor diabólico y Toluca lo acogió para el Apertura 2024.
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De cualquier manera, recordando lo mucho que le dio, en la semana dijo que no festejaría en su antigua casa, el Estadio BBVA, si hiciera un gol.
Y lo hizo, al minuto seis, y lejos de lo dicho, festejó efusivo. Para redondear la historia, los del Estado de México vencieron a los regios 2-1.
Y es que Rayados y Toluca tienen fuerzas equilibradas. Su futbol pasa por oleadas defensivas y ofensivas, y lo mismo pueden dominar que ser dominados.
En esa lógica, Javier Gallardo se la sabe bien. Su fuelle físico siempre se le ha dado para ir y venir a lo largo de todos los estadios de la Liga MX y más ahora ante un ex que lo obligó a irse.
No podía hacer otra cosa que darse a notar. Se acicaló, se puso encima sus mejores jugadas y buscó que su ex le viera de reojo. Lo logró bien pronto, a los seis minutos se metió por su banda, encaró a la defensa y disparó para vencer a Andrada.
Debió decir "misión cumplida" pero tuvo empuje para más. Para tanto que más adelante, todavía le anularon otro gol.
Sin embargo, Rayados reaccionó, ya en la segunda mitad, con un gol de penal de Brian Vázquez y pudo darle la vuelta al partido pero erró con el propio Vázquez y Berterame hasta el último minuto.
Volpi también tuvo mucho que ver en ello y cuando parecía que nos íbamos con el empate Isaías Violante puso el gol del triunfo para los visitantes rojos.
Y entonces, Rayados yo}a no vio de reojo a Gallardo y a su nuevo amor diabólico, lo vio con ojos desorbitados y con los pensamientos extraviados en el pasado.
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Además, opinó sobre el regreso de jugadores mexicanos de Europa y si él tuvo la posibilidad de al Viejo Continente.
