Fue uno de esos locos partidos en los cuales no hay media cancha y se produce un vaivén de emociones en una y otra portería.
¿Vale como ‘cruzazuleada’? Cruz Azul 1-1 Rayados
La Máquina se adelantó con un golazo de Aldrete aunque comenzó a encerrarse de más y a tentar a la suerte, que sonrió a Monterrey.
Tanto Cruz Azul como Monterrey cometieron equivocaciones y para prueba basta un botón: al filo de los primeros 45 minutos una pésima cobertura de Adrián Aldrete sobre Rogelio Funes Mori acabó en una mano deliberada de Enzo Roco pitada como penal.
Dorlan Pabón pidió el balón y su cobro fue adivinado providencialmente por José de Jesús Corona, quien tendría una soberbia actuación ante su gente.
El graderío en el Estadio Azul comenzó a ilusionarse con un gran resultado cuando Aldrete resarció su error del penal anotando el mejor gol de toda su carrera. Véalo usted nada más:
Celebraron los 11 celestes en el área técnica, fundiéndose en un abrazo con Francisco Jémez. Parecía una tarde para pintarse de azul, pero el dueño de casa comenzó a retroceder peligrosamente en su propia área.
Defendiéndose tan cerca de Corona, el Cruz Azul cedió el empate a ocho minutos del final del partido. Édgar Castillo proyectó un trazo largo para Jorge Benítez que Aldrete rechazó mal. La pelota le cayó a Avilés Hurtado, quien cuchareó sobre la salida de Corona.
Alfredo Peñaloza silbó el final de las acciones con marcador de 1-1. La escuadra de Mohamed sigue invicta y líder con 17 puntos, mientras la de Jémez se va con ese mal sabor de boca de haber tenido todo para ganar y quedarse en 11 unidades.