¿La maldición del superlíder? Hay una mulitud de equipos que han podido con ella. Alrededor del 25 por ciento.
Xolos y la maldición del sexto sitio en Liguillas
Tijuana deberá ir contra la historia si quiere ser campeón. En la era de los torneos cortos ningún equipo ha logrado alzarse con el título entrando a la Fiesta Grande en el lugar seis.
¿La del Estadio Azul? La Máquina se coronó en el inmueble en el Invierno 97...
Y así podríamos enumerar algunas más para desmentirlas con los numeritos, y la historia de la mano.
Pero hay un un dato cierto, que a los incrédulos les ha dado por llamarlo también maldición: desde que se instauraron los torneos cortos, ningún equipo que ha entrado a la Liguilla como sexto sitio ha sido campeón.
Aunque antes, en la campaña 1988-89, cuando todavía se definía el título a dos vueltas y más de 30 jornadas, se coronó América. Es el único que lo ha logrado en Liguilla.
Todos los demás lugares han logrado levantar el preciado trofeo al menos una vez desde 1996 e incluso desde el noveno (Pumas en el Apertura 2004).
Como apunte, Atlante lo obtuvo desde el décimo, también en aquellos días de los campeonatos de un año ( 1992-93).
Xolos es el más reciente con el número seis marcado en la frente. Luego de un irregular Clausura 2018 (seis victorias, siete empates y cuatro derrotas) pudo ser séptimo, pero no.
Vino Pumas en la fecha 17 y cuando parecía que ganaba en CU a Gallos, estos lo alcanzaron en el minuto 77 y Universidad se quedó el séptimo puesto y mandó a Tijuana a la sexta posición.
Desde hace 22 años, con sus 43 torneos cortos (este sería el 44) correspondientes, apenas cinco clubes con el mencionado puesto han alcanzado seis finales de la Liga MX: Necaxa (Invierno 96), Cruz Azul (Invierno 99), Monterrey (Apertura 2004) y Pachuca (Verano 2001 y en el Clausura 2014) y Querétaro (Clausura 2015).
Así que Xolos tiene una encomienda difícil, harto compleja. Llena de escollos y de historia en contra.
Para romper con ese estigma, deberá apelar a lo mejor que tiene futbolísticamente.
A un poco de suerte y ¿por qué no? A repartir mordidas a diestra y siniestra a quien se deje. Como un perro rabioso en pos del título.