Sí, es cierto, Pedro Caixinha es el candidato natural para reemplazar a Paco Jémez. Sí, también, antes que Juan Francisco Palencia, parece que hay otros entrenadores que llegarían a la Máquina con más antelación que el Gatillero.
¿Y si Juan Francisco Palencia fuera el entrenador del Cruz Azul?
Pese a que Caixinha es el candidato número 1 de la Máquina, la vuelta de 'El Niño' a la Máquina es una seria opción.
Pero, en el sinfín de rumores, el nombre de Juan Francisco Palencia ya empezó a sonar para llegar a Cruz Azul. Y para ser sinceros, no será ni la primera ni la última que se le relacione.
Palencia era el consentido de una directiva y una afición que lo idolatraba. Era ‘El Niño’, un apodo que se ganó internamente mientras en el resto del gremio se le llamaba El ‘Gatillero’.
Campeón con Cruz Azul, llenó de sobra los zapatos que dejó la salida de Carlos Hermosillo. Fue el hombre gol, el líder y el hombre que la afición coreaba siempre. Es aquel que le enseñó el escudo de México y de la Máquina a aquella hinchada americanista que se vistió de River Plate en aquella Copa Libertadores de 2001.
El Gatillero lo era absolutamente todo. Aquel gol en La Bombonera de Boca Juniors termino de convencer a la directiva del Espanyol por llevarlo a Barcelona. Eso sí, no comprándolo, sino ofreciendo una raquítica suma de dinero. Eran los tiempos en los que el mexicano no valía tanto en el fútbol de Europa.
A Palencia le fue regular en el Espanyol. Al final del torneo, pese a que el mexicano quería quedarse en Europa, el club periquito decidió no hacer válida la opción de compra que Cruz Azul pedía. Ahí, fue el primer rompiento entre jugador y la Máquina.
Juan Francisco volvió, pero lo hizo en uno de los peores cruzazules de las últimas décadas. Ese mismo conjunto que acabó con una desbandada por malos resultados terminó con una salida y un regreso doloroso para el propio Palencia. Ahí, el vaso acabó por reventarse.
“Yo no creo que las instituciones sean como una casa para ti (como futbolista) porque no lo son; cuando a lo mejor un jugador ya no les interesa, se dan la vuelta y se van, así que no creo que sea una casa para mí (Cruz Azul), porque no lo fue y lo demostró”.
Palencia le rompió el corazón a la afición celeste. Se fue de boca, aseguró que no sentía nada por Cruz Azul y dijo que su anhelo, más allá de volver a la Máquina, deseaba retirarse con Pumas, uno de los máximos rivales celestes.
Y así fue. Palencia se retiró con Pumas y peleó porque su debut como técnico fuera con los auriazules. Hoy, todo cambió y ‘El Niño’ no vería con malos ojos entrenar a Cruz Azul.
La Máquina ganaría a un hombre que conoce perfectamente los cimientos de la institución, que más allá del romanticismo de si lo quiere o no al club, entiendo de qué pie cojea y de cuál anda bien.
Palencia es un tipo preparado que podría darle una nueva cara al club celeste. Su inexperiencia pesa, pero también, el recuerdo no tan agradable de una afición que se sintió olvidada por el ‘Gatillero’ futbolista.