Cuando el joven maravilla Joao Félix hizo el 2-0 que encaminó la victoria del Benfica sobre el Río Ave al filo del medio tiempo, los futbolistas rivales se le fueron con todo encima al árbitro central Hugo Miguel.
Apito Dourado: cuando el fantasma de la corrupción arbitral acecha al VAR
El polémico triunfo del Benfica en Río Ave no solamente causó la suspensión de los árbitros encargados del VAR, también resucitó espectros del pasado.
Fue un doble error.
Primero, Miguel rechazó detener el partido para revisar con el VAR un empujón del defensa benfiquista Florentino sobre Gabrielzino que terminó derribándolo dentro del área. De modo que el Benfica lanzó un contragolpe, en cuyo pase final Félix partió medio metro adelantado para anotar: fuera de juego.
Entonces, Miguel entabló un diálogo mediante el auricular con Luís Godinho, el árbitro al mando de la sala de videoarbitraje. En vez de ir en persona al monitor para revisar ambas jugadas, el juez central se puso en manos del VAR. Y el VAR lo hizo fallar.
Al final del partido, Fabio Coentrao, jugador del Río Ave quien pasó por el Benfica, debió morderse los labios ante los micrófonos: "Prefiero no hablar, porque después pueden pasar cosas."
El diario portugués A Bola reporta que tanto Hugo Miguel como Luís Godinho resultaron suspendidos de sus funciones.
Sin embargo, las redes sociales estallaron con los hinchas del Porto y del Sporting Clube, acérrimos rivales del Benfica, reclamando corrupción y colusión en las altas esferas del fútbol portugués. A su vez, los hinchas encarnados se defendieron citando el escándalo de "Apito Dourado."
Se trata de una cloaca destapada en Portugal un mes antes de que el Porto de José Mourinho ganara la UEFA Champions League en 2004. Apito Dourado significa Silbato de Oro y fue el nombre de las investigaciones iniciadas por la policía portuguesa por amaño de partidos. Fueron encarcelados los presidentes de la Primeira Liga (Valentim Loureiro), de la Comisión de Árbitros (José Antonio Pinto de Sousa) y del mismo Porto: Jorge Nuno Pinto da Costa.
Según un libro publicado por la ex pareja de Da Costa, la compra de árbitros llegó a involucrar prostitución.
Apito Dourado es similar al escándalo "Calciopoli" o "Moggigate" de la Serie A en tanto que se intervinieron conversaciones telefónicas por medios ilegales. Sin embargo, en Italia se dice que la investigación fue manipulada para perjudicar a la Juventus y beneficiar al Internazionale, tanto como en Portugal se clama que Apito Dourado fue un golpe político del Benfica.
Infelizmente, el polémico partido en Río Ave invocó al espectro del Silbato de Oro, cuya sombra acechará la última jornada, cuando la escuadra encarnada, con el título casi garantizado, enfrente al débil Santa Clara, y Porto y Sporting choquen entre sí.