Este domingo, Pinto da Costa fue reelegido como presidente del Porto a sus 82 años de edad y en caso de completar este nuevo mandato, llegará a 48 al frente del club donde milita el mexicano Jesús 'Tecatito' Corona, quien podría salir este mismo verano.
Socios de Porto reeligen a Pinto da Costa como presidente a sus 82 años
La mayoría de los 8 mil 480 socios votaron a su favor. De completar su ciclo, llegaría a 42 años al frente del Porto.
Desde 1991, el mandatario no tenía competidor; sin embargo, esta vez tuvo que vencer a dos fuertes opositores: Nuno Lobo y José Fernando Rio. Este último utilizó la salida de Héctor Herrera como su estandarte de campaña, acusando a da Costa de no ser capaz de retener a su símbolo y capitán. Pese a esto, la mayoría de los 8 mil 480 socios que votaron, no lo respaldaron.
Desde 1982, cuando asumió el cargo al frente de los dragones, da Costa ha ganando 60 títulos oficiales y ha convertido al Porto en el equipo de Portugal con más campeonatos internacionales al haber alcanzado una Copa de Europa, una Champions, una UEFA, una Supercopa de Europa y dos Copas intercontinentales.
En competencias locales, antes de su llegada, el Porto solo podía presumir de 7 ligas, ahora cuenta con 28, 12 Copas y 20 Súper Copas, algo que lo coloca, para mucha gente, como la persona más influyente en la historia del futbol portugués.
Para esta nueva etapa, el directivo ha decidido agregar a su equipo de trabajo a Vitor Baia, quien fue portero del Barcelona de 1996 a 1999.
Dentro de la institución portuguesa se habla de que esta será la última etapa de Pinto Da Costa dentro del Porto, después de 42 años formando parte del mismo, y ya suenan nombres para relevarlo.
El actual acalde de la ciudad de Oporto, Rui Moreira, es uno de los candidatos más fuertes debido a que ya conoce las entrañas del equipo al formar parte del consejo superior del club, Antonio Oliveira, ex jugador de la selección portuguesa y del Betis también podría decidir competir, mientras que Andrés Villas-Boas ha expresado su deseo por convertirse en dirigente de la escuadra que ama.