El brasileño Neymar, que acaba de fichar por el Al-Hilal saudí, se despidió este jueves de sus compañeros del París Saint Germain (PSG), donde militó durante seis temporadas, entre abrazos y un cariñoso paseíllo, y deja su dorsal 10 a Ousmane Dembélé y no a Kylian Mbappé.
PSG despide con fila india a Neymar y anuncia la llegada de Dembélé
El brasileño se despidió de sus compañeros para reportar con Al Hilal y la playera con el 10 no se la dejó a Kylian Mbappé.
"Esta ha sido la despedida calurosa a Neymar en la ciudad deportiva del PSG", señaló el club como presentación de un video que ha subido a sus redes sociales.
La entidad anunció poco después que el internacional francés Ousmane Dembélé, procedente del Barcelona, heredará el codiciado número 10, que previamente lucieron leyendas parisinas como Raí, Ronaldinho, Ibrahimovic o el propio Neymar.
Kylian Mbappé, quien está en vías de formalizar su reconciliación con el club, porta ese mismo 10 cuando juega con la Selección de Francia, aunque en el PSG ha llevado varias temporadas el 7.
"Sé lo que ese número representa, lo llevaré con orgullo. El 10 es mágico", declaró Dembélé.
En el video de despedida publicado por el PSG, se ve al brasileño, quien pasó las seis temporadas en París con más sombras que luces, abrazando a varios jugadores, entre ellos al propio Mbappé, con quien entabló una relación que fue de más a menos.
La despedida más sentida captada por el video fue con el capitán Marquinhos, compañero de Neymar en la selección brasileña.
Neymar, que pasó el equivalente a dos años sin jugar con el PSG por culpa de problemas físicos, llegó a París en agosto de 2017 con el título del fichaje más caro de la historia del futbol (222 millones de euros pagados al Barcelona).
Seis años más tarde, se va sin haber ganado la UEFA Champions League, para lo que fue fichado, y desgastado por su deteriorada relación con los hinchas, a pesar de sus buenas estadísticas (173 encuentros con 118 goles y 70 asistencias).
En el Al-Hilal, que ha desembolsado 87 millones de dólares, el brasileño tendrá uno de los salarios más elevados en el mundo del deporte, en torno a los 109 millones de dólares anuales (un poco más del triple de lo que cobraba en el PSG).