La protagonista de la historia es Ester Cunio, una señora que ese día estaba en su hogar en el kibutz Nir Oz, uno de los lugares atacados desde hace meses.
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La mujer cuenta que dos integrantes de la organización golpearon primero la puerta y luego ingresaron armados a su casa para preguntarle cosas, hecho que se le complicó por el tema del idioma.
Ester no sabía como expresarse de buena forma hasta el momento en que cuestionó si le gustaba el futbol a uno de los terroristas y comentó que era del país natal de Messi.
"No me hables, porque yo tu idioma no lo sé. El árabe. Y yo el hebreo lo hablo mal. Yo hablo en argentino, en castellano. '¿Y qué es Argentina?', me responde. Entonces le digo: ¿vos mirás futbol? Entonces me dice 'si, fútbol. Me gusta'.
"Entonces le digo: yo soy de donde es Messi. Y me contesta '¿Messi? A mi me gusta Messi'. Y me agarró del brazo, me dio el revólver, la escopeta, me puso la mano y nos sacaron una foto".
La historia de esta señora se volvió viral a través de las redes sociales y forma parte de un documental en español, Voces del 7 de octubre. Historias de supervivencia de latinos.
"Por él me salvé", finaliza la señora, al pedir igual a Lionel Messi que que interceda por sus dos nietos secuestrados por Hamás.
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El técnico de Argentina Sub-23 sabe lo complicado que será que puede asistir, pero dialogan.
