Por: Juan Carlos Hernández Cedeño.
Erick 'Cubo' Torres y Javier 'Chuletita' Orozco trataron de llenarle la púpila al Piojo
México aprovechó el cotejo ante Bolivia para apuntalar la delantera con la sangre nueva de Erick Torres y Javier Orozco. ¿Quién fue mejor?
El juego no fue lo más atractivo para la afición pues el fútbol boliviano está lejos de sus mejores momentos, en tanto México aprovechó el cotejo para tratar de apuntalar la delantera del Tri. El conjunto mexicano tuvo posibilidades para brillar y en realidad fue un amplio dominante de un partido muy similar a unas interescuadras, sin embargo no logró marcar más de un gol.
Los que tuvieron la oportunidad fueron Erick ‘cubo’ Torres, que por cierto el apodo se debe a la forma de su cabeza, y Javier ‘chuletita’ Orozco, heredero del apodo gracias a su hermano. Los delanteros quizá fueron los que debían sacar todo el arsenal posible sin embargo ninguno de los dos pudo hacerse presente en el marcador.
En el caso del ‘cubo’ su llamado fue demasiado cuestionado por ser un futbolista de la MLS en un equipo que no es protagonista como lo es Chivas USA y en el caso de Orozco su paso en el Santos aparentaba ser un llamado que podría convencer. A veces las cosas no resultan como aparentan y de los dos quien brilló más fue Erick Torres, desmarcándose, siendo participativo y tratando de estar cerca de la pelota ante el arco rival, consiguió disparos pero no pudo vencer al arquero de Bolivia, Daniel Vaca, pese a ello el gol de Layún fue producto de un disparo de Torres donde tras el desvío del meta la pelota quedó huérfana para que el del América lo canjeara. El ’cubo’ tiene talento y a pesar del exilio al que fue condenado por Chivas, el muchacho demostró que si es requerido puede ayudar con su velocidad y dinamismo lo hará bien.
En contraparte, lo de Javier Orozco es lamentable, participó en 62 minutos pero carece de contundencia en jugadas claves, corre y se coloca pero su futbol parece no tener lo suficiente para que sea considerado como un elemento serio con selección mexicana, cuando sean convocados los jugadores que militan en Europa parece luce complicado que nuevamente su apellido aparezca en la plantilla. A la afición no le basta con aproximaciones o buenas llegadas, lo que desean son goles y para un delantero es claro, goles son amores.