INDICADOR FUTBOLERO | Se aflojo sólo un poco la soga Jaime “Jimmy” Lozano

Cuando corría el minuto 101en el Estadio Azteca, el alma le volvió a más de uno en la Federación Mexicana de Futbol, sobre todo al técnico del Tricolor Jaime “Jimmy” Lozano, porque con el gol del capitán Edson Álvarez, no sólo se llegaba a la prórroga ante Honduras, sino que les daba un poco más de oxígeno a todos en sus respectivos cargos.

Las miradas inquisidoras obviamente estaban sobre Lozano Espín, el joven estratega llegó al Coloso de Santa Úrsula con la misión de evitar a toda costa que se le fuera de las manos el boleto para la Copa América 2024.

Pero también buscaba detener la intención de los dirigentes de la FMF de activar el botón de emergencia para dar un golpe de timón, si el fracaso que rayaron los hubiera sentenciado a todos, pero como es lógico siempre que se pasa por una crisis en el futbol, el sacrificado tenía que ser el estratega, aunque los demás con sus decisiones también sean responsables.

Finalmente se aseguró desde los tiros penales, ese casi perdido lugar para la justa continental del próximo año en Estados Unidos, así como la participación junto con Jamaica, Estados Unidos y Panamá en las Semifinales de la Nations League, dos competencias que de no asistir Jaime estaría ahora desempleado.

Se dio un analgésico a la realidad de selección mexicana, porque más allá del aceptable juego que dieron ante los catrachos, con más garra que buen futbol, “Jimmy” seguirá caminando sobre la orilla de la cuerda, no sólo por lo que pueda o deje de hacer, sino porque la generación de jugadores que tiene es una de las más pobres de los últimos años.

Lo que quedó claro es que en la FMF si tienen que entregar un responsable en caso de otro momento de angustia e incertidumbre, el principal señalado será Jaime Lozano Espín, como pudo haber sucedido la noche del pasado 21 de noviembre si los hondureños hubieran logrado su segundo aztecazo en los últimos 10 años.

Alertas que también le deben servir al mismo estratega para estar pendiente, porque un tropiezo en los próximos meses, su puesto de inmediato estaría siendo ocupado por otro, y quienes lo pusieron velaran por sus propios objetivos para echar andar el botón de emergencia cuando se presente el momento.

Por ahora todos aquellos que laboran en la FMF y que, hasta antes del penal del triunfo, estaban sufriendo como si el alma se les fuera y después festejaban en los pasillos del Estadio Azteca, pueden seguir disfrutando de estos momentos de alegría, pero también entender que la realidad de calidad y competitividad del equipo nacional, están muy, pero muy lejos de su forma de celebrar.