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    México logró una pequeña revancha contra Alemania

    Leyendas de ambos países disputaron un encuentro para revivir los disputados en los mundiales de 1986 y 1998, donde los alemanes dejaron fuera al Tri.


    Por:
    TUDN


    Video México logró una pequeña revancha contra Alemania por los mundiales del 86 y del 98
    Jugadores legendarios de ambos países disputaron un encuentro para revivir las confrontaciones en esas copas del mundo, donde los alemanes dejaron afuera al Tri. Aquí cómo le fue a México ahora.
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    MÉXICO.- El Zócalo de la Ciudad de México sirvió como escenario para los encuentros de 'Revancha' entre México y Alemania donde participaron jugadores que fueron protagonistas en los Mundiales de 1986 y 1998.

    Sobre la Plaza de la Constitución, que se ubica a unos pasos del Templo Mayor, en pleno centro de la ciudad, y enfrente del Palacio Nacional se levantó un estadio de fútbol desmontable, de reducidas dimensiones, para recibir a las 15.000 personas que asistieron al encuentro.

    México y Alemania se citaron en el Estadio La Mosson de Montpellier en la fase de octavos de final de Francia '98.
    La escuadra entrenada por Manuel Lapuente calificó como segundo lugar del grupo compartido con Holanda, que a su vez enfrentó a Yugoslavia.
    El 'Tri' mezclaba experiencia (Marcelino Bernal, Jorge Campos, Alberto García Aspe) con juventud (Cuauhtémoc Blanco, Francisco Palencia, Pável Pardo).
    El silbante portugués Melo Pereira tuvo un buen desempeño, ya que no hubo polémica y el triunfo alemán fue justo.
    La afición mexicana poniendo ese toque de picardía que va con el 'Tri' a todas las citas mundialistas.
    Durante el primer tiempo México contuvo bien el peligro de Jürgen Klinsmann.
    Thomas Hässler, el enganche germano, fue bien cubierto por Germán Villa en una dura batalla por el medio campo en Montpellier.
    'El Emperador' Claudio Suárez tuvo una actuación imperial en el hombre-a-hombre ante delanteros de primer nivel.
    México jugó agresivamente, adelantando líneas, y en una descolgada Klinsmann se halló solo ante 'Brody' Campos, quien salió con valentía a jugarse el físico.
    La revelación del Mundial según la FIFA, Cuauhtémoc Blanco, tuvo una tarde muy difícil ante la vigilancia de Christian Wörns.
    'El Temo' nunca recibió balones cómodos, siempre de espaldas al marco. Se le pegaron como calcomanía.
    La 'Cuautemiña', jugada de fantasía que tan buenos frutos rindió contra Corea, Bélgica y Holanda, fue neutralizada hasta con doble marcación.
    Esta imagen ilustra que durante el primer tiempo los alemanes estaban bien contenidos por el medio campo tricolor.
    México intentó hacer daño con balones aéreos. Sin embargo, esa es una de las muchas especialidades de la escuela alemana.
    Claudio Suárez siempre se caracterizó por darle salida limpia al equipo con su depurada técnica.
    Un cambio típico de Manuel Lapuente era emplear a 'Cabrito' Jesús Arellano como revulsivo ofensivo.
    Arellano aprovechó su velocidad y picardía para hacer una jugada individual que terminó en el 1-0 de México a los dos minutos del segundo tiempo.
    Dietmar Hamann no sabía ni por dónde ante el caracolero extremo mexicano.
    'Matador' Hernández hizo soñar a todo un país con el famoso quinto partido.
    Hernández tuvo para hacer el segundo gol que hubiera matado a los alemanes, pero falló su remate ante el guardameta Andreas Köpke.
    'Cabrito' siguió intentándolo, siendo peligroso y demostrando creatividad.
    'El fútbol es un deporte jugado entre 11 contra 11 y que al final siempre ganan los alemanes' decía el delantero inglés Gary Lineker. Eso pasó en Montpellier.
    Klinsmann igualó el marcador al minuto 74, cuando los mexicanos tenían controlado todo.
    Raúl Rodrigo Lara se enredó con la bola entre las piernas y se la puso en bandeja de plata a Klinsmann.
    A cuatro minutos del final del partido, Oliver Bierhoff aprovechó un raro despiste de Claudio Suárez y se le adelantó a Lara para darle con martillo a la pelota.
    Fue un golazo inalcanzable para la gran estirada de Campos.
    La mentalidad alemana se hizo presente. México jugó como nunca pero...
    Lágrimas de desconsuelo brotaron de los ojos de jugadores y aficionados por haber jugado de modo excelso ante un histórico del fútbol internacional.

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    Imagen Getty y Mexsport.
    México y Alemania se citaron en el Estadio La Mosson de Montpellier en la fase de octavos de final de Francia '98.

    El encuentro se celebró en la modalidad fútbol-7 y con dos tiempos de 45 minutos, el primero lo jugaron los protagonistas de 1986 y el segundo los de Francia 1998.

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    En el primer tiempo Alemania derroto por 3-1 a México y en el segundo, México se impuso por 2-0 para después dar paso a los saludos y abrazos y la despedida en medio de la cancha bajo los aplausos del público que presenció la disputa de la Copa Ciudad de México

    La idea era recordar, con un partido extraordinario llamado "Las Revanchas", los encuentros en los cuales los alemanes eliminaron a los mexicanos en cuartos de final y octavos de final en 1986 y 1998.

    Los dos equipos estuvieron dirigidos por el alemán Berti Vogts y el mexicano Manuel Lapuente, quienes llamaron a sus mejores hombres.

    Los visitantes presentaron en su alineación a jugadores estrellas como Klinsmann, Matthaus, Pierre Littbarski, Andreas Brehme, Klaus Augenthaler, Thomas Berthold, Thomas Hässler y Olaf Marschall, mientras que por los locales se destacó la presencia de Blanco, el exguardameta Campos, Carlos Hermosillo, Manuel Negrete y Pavel Pardo.


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    La convocatoria que generó el partido fue tal que unos 2.000 aficionados no pudieron ingresar a la zona del estadio y presenciaron el duelo en pantallas de vídeo que se colocaron en las calles aledañas.

    Sin mayor pretensión que pasar un rato en una cancha de fútbol, divertirse y reunirse para recordar viejos tiempos, los jugadores ofrecieron destellos de la calidad que los encumbró durante su etapa como profesionales en activo.

    Los años, los kilos extra y las limitaciones físicas quedaron de manifiesto en ambos equipos, más marcadas en los mexicanos aunque en ambos conjuntos fueron reemplazadas por esfuerzo, empuje y simpatía, precisamente las risas fueron la constante dentro de la cancha luego de un acierto o un error de cada jugador.

    No quedaron atrás las faltas ni los duelos entre algunos jugadores que se tomaron "en serio" el partido como el mexicano Alberto García-Aspe y su duelo con el alemán Pierre Littbarski, quienes se reclamaron de manera airada aunque al final se abrazaron.

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    Fue una reunión llena nostalgia y fútbol que resultó divertida para protagonistas y espectadores, quienes con sus alaridos y aplausos reconocieron las buenas jugadas de los dos equipos.


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