Guillermo Ochoa logró que los ojos del mundo se pusieron sobre él el 17 de junio del 2014, cuando dio un partido espectacular ante Brasil en la ronda de grupos del mundial de aquel año.
México vs Brasil en 2014, el partido que cambió la carrera de Memo Ochoa
Los ojos del mundo voltearon al guardameta mexicano, sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba.
La 'canarinha' nunca supo bien que pasó, contra qué pared se habían topado, como fue que tantos remates francos y oportunidades de gol se quedaron en eso y no se vieron reflejadas en el marcador. La respuesta tenía nombre, apellido y una 'melena' rizada.
Se supondría que ese ser´´ia el partido que catapultaría al arquero mexicano a los primeros planos del futbol mundial. Tres años siendo figura en el modesto en el Ajaccio de Francia y un mundial espectacular parecían argumentos suficientes para dar el salto a un equipo de mayor envergadura en Europa, la realidad fue distinta.
Se habló de que el Atlético de Madrid, encantado tras Brasil 2014 con el tapatío, estuvo muy cerca de ficharlo, pero Ochoa y su representante decidieron que la mejor opción era el Málaga, donde la directiva le prometió la titularidad, además, con solo dos años en España podía aspirar a obtener el pase comunitario y dejar de ocupar una plaza de extranjero en casi cualquier liga del 'viejo continente'.
Javi García, el entrenador en turno, decidió que lo que dijera su directiva no iba influir en él, Carlos Kameni era su arquero titular y el mexicano solo tendría participación en los escasos minutos que brinda la Copa del Rey.
Así fue por dos años, hasta que logró salir cedido al Granada. Su accionar fue destacado, se convirtió en el arquero con más atajadas de LaLiga, pero no fue suficiente para salvar al equipo del descenso.
Al finalizar su etapa con los nazaríes, volvieron a aparecer rumores sobre equipos históricos europeos, pero Málaga lo negoció con el Standard Lieja de Bélgica. Rápidamente Ochoa se ganó a la afición con excelentes actuaciones y tras su primer año, la opción que tanto esperaba Ochoa desde aquel 17 de junio de 2014 tocó la puerta, era el Napoli con una oferta por el portero nacido en Guadalajara.
Tras un mes lleno de incertidumbre, los clubes no llegaron a un acuerdo y pese al expreso interés del presidente de los 'azzurros' por el 'azteca', tuvieron que recurrir a la 'opción B' que era el colombiano David Ospina.
En 2019 terminó la odisea de Ochoa en Europa, fueron nueve años de aprendizaje, de experiencia y todo eso lo explotaría en el club de su corazón, al que siempre le ha profesado cariño: el América.
El recibimiento fue espectacular, la gente le hizo saber que no importa a donde haya ido ni por cuanto tiempo, siempre sería bien recibido en Coapa, que había llegado a donde seguían esperando volver a verlo con la camiseta azulcrema.
Ochoa fue el primer guardameta mexicano que jugó en Europa. Quizá su paso no fue fiel a las expectativas que se habían generado, quizá se tomaron decisiones erróneas, quizá la suerte no le sonrió, lo único seguro es que en donde le dieron la oportunidad de mostrarse, cumplió con creces y con eso bastó para hacer historia, abrió una puerta que nunca nadie más había abierto para los guardianes mexicanos del arco.