El Mundial de Corea-Japón en el año de 2002 fue un torneo sumamente curioso para la Concacaf y para las tres selecciones más ganadoras de la región. Un parteaguas que mató un antiguo clásico y que generó uno nuevo.
¿Poco respeto? México aprendió a prestarle mucho cuidado y atención a Costa Rica
El Tri y los ticos solían jugar anteriormente el partido más pasional de la región. Curiosamente, todo cambió tras el Aztecazo.
Y es que en las eliminatorias rumbo a dicha Copa del Mundo, Costa Rica realizó un hito en su historia futbolística al vencer a México en el Estadio Azteca. Es quizá, el momento más grande en la rivalidad entre aztecas y ticos, célebres por disputar hasta 2001, el Clásico de la Concacaf.
Aquella victoria tenía que dar tela para que la rivalidad aumentara y se confirmara como el partido más importante de la zona. Total, un México vs. Costa Rica siempre auguraba una gran batalla, peleada y reñida por las dos mejores selecciones de la Concacaf.
Sin embargo, pocos contaban con que México se encontrara en octavos de final del Mundial de 2002 con los Estados Unidos. Aquella derrota de 2-0 en la Copa del Mundo abrió una herida entre jugadores y aficionados aztecas contra la selección estadounidense que desencadenó en el Clásico de la Concacaf 2.0. El juego entre ticos y mexicanos terminó quedándose en segundo plano.
Pero más allá de eso, la rivalidad entre costarricenses y mexicanos es la más extensa en la historia de la región. Duelos de David vs. Goliath donde el Tri era aquel ente soberbio que veía de reojo a su entonces débil contrincante.
Pero Costa Rica nunca ha sido una selección fácil, ni siquiera en el instante en el que el Tri verdaderamente era el Gigante de la Concacaf. Los ticos cuentan con un físico muy dotado que lo hace tremendamente competitivo, pero también, con la mejor técnica futbolística de toda Centroamérica.
Fue el primer país que comprendió que era mejor tratar bien la pelota que patear al contrincante. Su crecimiento a mediados de los 80 y la década de los 90 fue fulgurante. México necesitaba un rival así y lo encontró en la figura de la selección de Costa Rica.
De ahí en adelante, ganarle a los ticos era sumamente difícil. Aún así, el dominio mexicano era apabullante en cuestión de resultados, claro, hasta que llegó el Aztecazo de 2001 con el gol de Hernán Medford.
De las tres derrotas más duras que México ha tenido contra rivales del área en los últimos 17 años, dos fueron con Costa Rica. La última, en 2013 cuando los ticos se impusieron al Tri en la eliminatoria rumbo a Brasil; de no ser por los Estados Unidos, Costa Rica pudo ser el país que dejara fuera al equipo que comandaba en aquel momento Víctor Manuel Vucetich de la última Copa del Mundo que se disputó.
Hace unas horas, el defensa costarricense Jonny Acosta señalaba que “México ya debía tenerlo un poco mas de respeto” a su selección. La realidad es que el Tri no le tiene poco, sino mucho respeto a la selección de Costa Rica.