Terminó la actividad oficial de las selecciones mexicanas varoniles y la evaluación se puede hacer desde distintos ángulos: desde el análisis de resultados, sacar el código de justificaciones de siempre o hasta asegurar que todo va viento en popa.
Ricardo Salazar | Las frías realidades de las selecciones mexicanas
El Tri Sub-17 no pudo ante sudamericanos y europeos; el mayor no enfrentó a un top 8.
SUB-17
La selección Sub-17 llegó por cuarta ocasión a la final del campeonato de la especialidad. Después de un empate con Paraguay y una derrota con Italia, el técnico marco Antonio Ruiz sacó el famoso librito de pretextos: “El equipo está cansado de tanto viaje”.
Ligó tres victorias - contra Islas Salomón (Oceanía) y dos selecciones asiáticas (Japón y República de Corea) - se metió a la final en serie de penales y cayó contra el cuadro local, por lo que el 'Chima' nuevamente recurrió al código: “Siempre fuimos víctimas de todo”.
El estratega consideró que Brasil, como anfitrión, recibió ayuda arbitral. Hay que recordarle a Ruiz que México ha sido sede de siete campeonatos mundiales y una Copa Confederaciones, así que, con esa lógica, recibió ayudita de la FIFA para cuestiones de taquilla y quedar bien.
Una justificación que no se pudo usar fue no enfrentar a un rival africano, cuando sucede, dicen: “Los jugadores africanos superan el límite de edad”.
Por lo pronto, la antes llamada selección de cadetes consiguió un segundo subcampeonato, pero con tres juegos consecutivos sin ganarle a un rival sudamericano (Chile, Paraguay y Brasil) y cuatro sin hacerlo con un europeo (Bélgica, Inglaterra, Italia y Holanda).
SUB-20
Allá por el mes de marzo la selección sub-20 dirigida por Diego Ramírez, tuvo la peor participación de la historia del representativo juvenil.
Perdió los tres partidos contra Italia, Japón y Ecuador para ubicarse en el fondo del grupo y ubicarse en el lugar 21 del campeonato.
La sub 22 que dirige Jaime Lozano tendrá participación oficial hasta el 2020 en el preolímpico buscando el pase al torneo de Tokio, pero participó en el torneo Esperanzas de Toulon donde ocupó el tercer lugar, aunque únicamente derrotó a rivales asiáticos (Bahrein, China) y ganó dos fases en series de penales (Japón y República de Irlanda).
MAYOR
La selección mayor cerró la actividad derrotando en tiempo de reposición a Bermudas, si bien, había asegurado el pase a semifinales de la Liga de Naciones de Concacaf, su desempeño dejó mucho que desear.
Es el mejor año del equipo jugando de diez a veinte encuentros con un 90.2 por ciento de productividad, pero por primera vez en diez años, no enfrenta a uno de los mejores ocho seleccionados de la clasificación mensual de la FIFA y por primera vez, encaró a cinco rivales ubicados del lugar 100 para atrás de la misma lista.
La opinión pública reprueba el naciente torneo de naciones sin tener noción de lo que sucede en otras Confederaciones, donde también hay enfrentamientos frente a los más débiles de cada zona geográfica.
Esa hambre de querer hacer grandes cosas hace olvidar lo más elemental como una mejor preparación, pero eso nunca va a suceder mientras las amistades estén por arriba de la objetividad o definitivamente no hay la menor idea de un serio análisis cuantitativo, si así fuera, muchos, más bien, pocos estarían aprobados.
Con un análisis a fondo se puede concluir que el anuario 2019 de los seleccionados varoniles apenas puede aprobar con la obtención del título de la Copa Oro y el subcampeonato mundial sub 17.
Si se quiere ver de otra manera, vamos a verlo. México es potencia del área y como dijo alguna vez Joseph Blatter: “Es potencia mundial en categorías con límite de edad”.