Tras mi aventura de tres días en Los Angeles para cubrir la llegada de Chicharito Hernández al Galaxy pude constatar el punto principal que la liga estadounidense tiene como principal valor en su organización. El buen trato a la gente.
Álvaro Cruz | La clave del crecimiento de la MLS no solo es el dinero
La espectacular organización y gestión de negocios tiene un punto fuerte que la respalda.
La capacidad tecnológica, sus instalaciones impecables, los extraordinarios fichajes, el manejo de sus plataformas digitales, la maravillosa gestión de ventas y planes de mercadotécnica, todo converge en la amabilidad con prensa y afición.
Fue una grata impresión llegar al Dignity Health Sports Park en día de entrenamiento a puerta cerrada y recibir toda clase atenciones por parte del departamento de comunicación de LA Galaxy. Una mesa con jugos, agua, café y comida aguardaba en la entrada para que los medios esperaran con mayor comodidad las indicaciones.
A la par, Brendan Hannan, Chris Glidden y Vicky Mercado platicaban con los representantes de la prensa deportiva para detallarles la organización de las entrevistas con los jugadores, sin que alguno de los futbolistas se niegue o llegue de mala cara, todo es amabilidad.
A través de correo electrónico y whatsapp avisaron a los medios el vuelo, terminal y hora de llegada de Javier Hernández a L.A. para que ningún medio se perdiera la noticia. Saben que lo más importante es la proyección mediática.
El día de su presentación en el club fue la misma rutina que el primer día pero con 140 reporteros y camarógrafos en espera de Chicharito. Hubo desayuno para todos y después del entrenamiento ofrecieron almuerzo mexicano para la prensa, antes de la conferencia con Javier.
La atención que recibí en el Galaxy solo puedo compararla con la que brindan los clubes europeos, selecciones nacionales, FIFA y la NFL, en mi experiencia; seguro habrá otras. Es el trato humano y calidez lo que resalta como parte de un entorno en el que se convive día con día.
La MLS entiende el negocio y lo ejecuta con creces. Por eso han crecido a pasos agigantados y van por más.