Atlanta United arrancó la temporada con dos caras muy distintas, goleando y luego siendo goleado. Por lo cual los dirigidos por Gonzalo Pineda tenían como consigna volver al sendero del triunfo en casa ante un rival en teoría cómodo, considerando que Charlotte FC es el equipo de expansión que todavía no había marcado ni un gol, ni acumulaba ni un punto.
El trébol de la suerte irlandés: Atlanta United lo ganó en el tiempo agregado
El club de Georgia venció a Charlotte FC con un fortuito gol de Jake Mulraney, quien emergió como talismán para Gonzalo Pineda.
Los rojinegros de Georgia sufrieron mucho más de la cuenta, y seguramente se van con un cierto sabor amargo por la forma, pero al final consiguieron el objetico al vencer 2-1 al club visitante con un tanto agónico en el prolongado tiempo agregado vía un revulsivo que vino desde el banquillo de suplentes.
Durante los primeros 40 minutos, el conjunto de las ‘Cinco Bandas’ prácticamente se adueñó del esférico. Charlotte no podía ligar sus líneas y rara vez pasaban de su propio medio campo. Pero Atlanta no fue agobiante en el área rival. Lo más cerca que estuvo fue mediante un par de chances de Josef Martínez que fueron detenidas por el arquero de origen croata, Kristijan Kahlina.
Cuando todo suponía que la escuadra de las Carolinas no tenía respuesta ofensiva alguna, vinieron los desbordes por las bandas y los envenenados centros para que el polaco Karol Świderski rematara de cabeza obligando a Brad Guzan a ensuciar sus guantes.
Al arranque de la parte complementaria, la tónica del encuentro no cambio mucho, pero los locales encontraron por la vía del penal la manera de romper el cero. Josef cobró efectivamente desde el manchón penal.
Pero Charlotte no se desmoronó, ni se desesperó, ni cambio su estilo. Y aprovechando la importancia del balón parado, consiguió igualarlo con un sólido cabezazo de zaguero Adam Armour.
Con todavía alrededor de media hora por jugarse, Atlanta no tuvo la capacidad ni las variantes para generar ocasiones de gol como para pensar en el tanto del triunfo. La única clara fue una diagonal retrasada que le quedo al depredador del área. Martínez remató de primera y con potencia. Pero el Kahlina ahogó el grito de gol con un atajadon.
Todo apuntaba a un empate con sabor a frustración para el estratega mexicano y sus pupilos, pero en el sexto minuto del agregado apareció Jake Mulraney para quebrarle la cintura al veterano Christian Fuchs y sacar un afortunado disparo que se desvió en un defensor y se fue al fondo del arco.
Charlotte se ira con la amargura de que haber conseguido su primer gol en la MLS no fue suficiente para conseguir lo que hubiera significado un punto histórico para ellos.