En cuestión de un par de días, la muy golpeada y mediocre temporada de Colorado Rapids recibió un par de alicientes para por lo menos pensar en cerrar dignamente la campaña y dejar las bases sentadas para un mejor futuro.
Colorado Rapids debe rearmarse con Kellyn Acosta como piedra angular para construir un nuevo futuro
El equipo de las Montañas Rocosas tiene elementos de calidad que el juego de Acosta podría impulsar a levantarlos del letargo para volver a aspirar a cosas importantes.
El primero de ellos fue provocado por ellos mismos el sábado por la noche. Los Rapids estaban perdiendo el Clásico de las Montañas Rocosas por dos goles en menos de 20 minutos, todo apuntaba para una goleada en contra.
Pero el equipo tuvo una reacción que hacía tiempo no se le veía, remontaron y lograron sacar un 2-2 de último minuto. Un empate con sabor a victoria moral.
El segundo llegó por medio de un traspaso concretado por la directiva. La llegada del mediocampista Kellyn Acosta procedente del FC Dallas. Acosta es un mediocentro que se hizo espacio como pieza angular en la media cancha de un poderoso cuadro texano que consiguió el doblete en 2016.
Su versatilidad, y manejo de los tiempos le puede dar otra dimensión al juego del cuadro dirigido por Anthony Hudson, tanto del lado defensivo como del lado ofensivo. El nativo de Texas, sabe incorporarse en las dos facetas del juego, guardando las proporciones, es un Steven Gerrard en potencia – así mismo lo define en su análisis Bobby Farsa:
“Acosta no es un contención, un mediocampista de área a área, o un mediocampista ofensivo; es todos ellos en uno solo. Es el tipo que puede interceptar balones en el momento preciso, construir la posesión de su equipo, mandar un balón largo de 60 metros, añadirse al ataque, filtrar un balón y después el mismo definir tras un centro”, explica Farsa en un artículo.
“Puede jugar en cualquiera de las posiciones de buena manera, pero está en su mejor nivel cuando se le permite hacer un poco de todas esas cosas”.
El poblado mediocampo que plantea el técnico de los Rapids, puede darle esa libertad a Acosta, que por su estilo, puede mejorar el juego de los demás – haciéndolos más participes y ayudándoles a tener una opción siempre libre ofensivamente para recibir o un par de piernas extras para una cobertura defensivamente hablando.
El seleccionado estadounidense podría tomar un rol protagónico en cuanto a liderazgo junto a Tim Howard, o trasladando el mensaje entre los jugadores de campo con los que Howard no tiene cercanía por la diferencia de posición.
En cuanto a proyección, es inevitable pensar en lo que puede convertirse la asociación con Édgar Castillo. El ‘Homie’ ha sido de lo más destacado de la temporada, y con Acosta podría verse beneficiado con alguien que sepa leer sus movimientos y enviarle el latigazo justo.
Por sus participaciones con el seleccionado estadounidense, Acosta, Castillo y Howard ya se conocen. Un beneficio adicional.
La cuestión principal, es que Acosta pueda hacer que algunos elementos de Colorado que tuvieron un pico futbolístico muy importante hace dos campañas cuando llegaron hasta la final de Conferencia, vuelvan a resurgir y salgan del letargo en que se encuentran.
Entre ellos Axel Sjoberg – quien aún está destinado a ser el Káiser de la zaga, los mediocampistas Dillon Serna y Marlon Hairston – quienes ni titulares indiscutibles son, y los delanteros por los que Hudson ha apostado (que ya estaban en el club y los nuevos), Yannick Boli, Enzo Martínez, Gashi.
Todos ellos, podrían beneficiarse del “factor Kellyn”, es cuestión de que Acosta con su inteligente juego sepa explotar las cualidades de cada uno de ellos en sus respectivas posiciones. Y que ellos se acoplen como piezas de rompecabezas al nuevo pilar del equipo.