Cuando todo parecía estar sentenciado con un empate a dos goles por bando, on el reloj superando los tres minutos agregados por el árbitro en el segundo tiempo, Didier Drogba acabó con el invicto de nueve fechas que tenía LA Galaxy. Los más de 20 mil aficionados que asistieron al Stade Saputo celebraron el regreso al triunfo del Montréal Impact, que no ganaba desde hacía siete jornadas.
Didier Drogba le quita un invicto de nueve fechas al LA Galaxy agónicamente, en victoria de Montréal por 3-2
El delantero marfileño le dio la victoria al Impact en tiempo de reposición con un potente tiro libre que no pudo contener el arquero.
Un curioso gol de Giovani dos Santos a los 8 minutos, abrió la cuenta para los visitantes, luego que un balón rebotado en la espalda del canadiense Maxim Tissot le llegara justo a las piernas del mexicano, quien sin problemas anidó el balón en la portería de Evan Bush. Ignacio Piatti, con su séptimo gol de la temporada empató transitoriamente a los 26 minutos, luego de un espectacular contragolpe iniciado por Dominic Oduro, quien se conectó con Drogba, antes de dejarle la pelota a Piatti.
Con la confianza recuperada tras el empate, Montréal se puso de tú a tú con los galácticos en el segundo tiempo, quienes comenzaban perder la brújula del partido, y el propio Piatti se encargó de contribuir en la segunda anotación al enviarle un preciso pase a Lucas Ontivero, quien envió un tiro inalcanzable para Brian Rowe, a los 56 minutos. Dos minutos duró la alegría de los canadienses, ya que Mike Magee se encargó de emparejar los cartones, al resolver sin muchos problemas una jugada que se había gestado por la banda derecha.
LA Galaxy permitió que los francófonos manejaran el partido y sobre la hora de juego el portero Rowe le quitó a Piatti el tercer gol de la noche, ante una salida para cerrar su ángulo.
Pero la tercera diana estaba agendada en el partido, y sería precisamente el hombre más peligroso de Montréal, Drogba, quien apareciera en los minutos finales y a balón parado venciera la resistencia de Rowe. El portero del Galaxy alcanzó a contener el esférico, pero la potencia era tal que el mismo se detuvo sólo al tocar la red visitante.